TINTORETTO 500
EL MILAGRO DE SAN MARCOS

Con información de Jesús Abades


 

 
 
El milagro de San Marcos

 

En la década de 1540, Tintoretto participa en la producción de grandes lienzos, muchos de ellos de formato longitudinal, dedicados a temas sagrados. Son pinturas de considerable empeño que se caracterizan por un amplio aliento narrativo y un impulso decididamente más dramático. Obras como "El milagro de San Marcos" (1548), también conocida como "El milagro del esclavo" y "San Marcos liberando al esclavo" atestiguan la urgencia irreprimible del pintor a experimentar con nuevos lenguajes y un crecimiento en el plano artístico tan rápido como para no tener comparación. Esta pieza en cuestión, obra maestra indiscutible de la Gallerie dell'Accademia de Venecia, fue la que consagró definitivamente la fama pública de Tintoretto.

El tema de la pintura recrea un episodio narrado en la "Leyenda Aurea" de Jacobo de la Vorágine sobre un milagro realizado por San Marcos. En la escena, arriba, vemos al santo salvando a un esclavo tendido en el suelo, a punto de ser martirizado por su amo, quien se dispone a cegarlo y a romperle las articulaciones por haber venerado las reliquias del santo. Conmovido, el evangelista interviene rompiendo los instrumentos del martirio: las afiladas puntas para cegar al esclavo y los martillos para romperle las piernas.

Tintoretto condensa la atención en la figura de San Marcos que brota del cielo, representándola volando al revés en un atrevido escorzo -visible posteriormente en varias obras de Caravaggio-, inclinado hacia el cuerpo del esclavo, detalle no contemplado en la "Leyenda Aurea" pero sí en un bajorrelieve de bronce sobre el mismo tema labrado por Jacopo Sansovino para el presbiterio de la basílica veneciana de San Marcos. Una gestualidad agitada de posturas y movimientos traduce las emociones de los presentes que admiran el prodigio, llamando la atención el movimiento de asombro del amo, sentado a la derecha, ante el verdugo que le muestra los instrumentos destrozados del martirio.

Todo sucede en un ambiente morisco. La luz tiene tres puntos de origen: frontal, desde la aureola de San Marcos y desde atrás. El propio Tintoretto se autorretrata en el hombre barbado y vestido de oscuro, que aparece de pie junto al que lleva un turbante turco de color rojo. La vivacidad de los colores -según Carlo Ridolfi, su primer biógrafo, Tintoretto combinó el diseño de Miguel Ángel y el color de Tiziano-, y los contrastes de claroscuro acentúan el vigor plástico de las figuras y la intensidad de los trazos de pincel, que pasan de los toques densos a los vagos y rápidos que definen los detalles del fondo, enfatizando la teatralidad del episodio.

"El milagro de San Marcos" (416 x 544 cm) fue el primero de los colosales lienzos realizados por Tintoretto para la Scuola Grande di San Marco en Venecia. Los otros tres son "La invención del cuerpo de san Marcos", "La traslación del cuerpo de San Marcos" y "San Marcos salvando al sarraceno". Todos ellos se caracterizan por una fuerza pictórica y una gran actividad de los personajes, inéditas hasta la fecha en la pintura veneciana. San Marcos era muy venerado en la ciudad por ser el patrón de la república veneciana.

 

 
 
La traslación del cuerpo de San Marcos

 

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