GIUSEPPE SANMARTINO. 300 AÑOS
ALEGORÍAS

04/07/2020


 

 
     
     
Alegorías de la Caridad y de la Abundancia (Martina Franca)

 

Como prueba de la fama obtenida por el artista tras la ejecución del Cristo velado en 1753, cuatro años más tarde recibió un importante encargo para la iglesia del monasterio napolitano dedicado a San Martín de Tours, regentado por la orden de los cartujos. Se trataba de las esculturas para la rica decoración de las capillas dedicadas al titular y a la Asunción, en ambos casos constituidas por alegorías y querubines.

Para la capilla de la Asunción esculpió las alegorías de la Caridad y la Fortaleza y para la de San Martín las de la Recompensa -también conocida como el Premio- y la Virginidad. Todas son de mármol y muestran el influjo de la escultura romana de Pietro Bracci y Filippo della Valle, cuyo estilo navegó entre el barroco intenso de Bernini y la estatuaria más clásica de Maratta y Algardi. También vemos en ellas los míticos ecos arcadianos de la pintura de Francesco de Mura, cuyas obras son casi una versión pictórica de Sanmartino.

 

 
 
Capilla de la Asunción (Cartuja de San Martín)
(Foto: Mauro Bianchi)

 

Las alegorías de la Caridad y la Fortaleza están directamente relacionadas con las virtudes teologales, mientras que las de la Virginidad y la Recompensa hacen referencia a la pureza y al premio celestial por el amor a Dios. En el contrato se solicitaron al maestro modelos en terracota de las diversas estatuas, uno de los cuales fue descubierto hace algunos años por Elio Catello en una colección particular de Londres.

Respecto a los dieciséis querubines que decoran ambas capillas, muy representativos del estilo de Sanmartino, el escultor contó con la colaboración en el diseño de las composiciones del arquitecto y escenógrafo napolitano Nicola Tagliacozzi Canale, figura importante en la configuración del estilo Rococó en Nápoles.

En 1768, Sanmartino fue nuevamente requerido para la cartuja de San Martín con el fin de ejecutar los dos ángeles en estuco y papelón dorados que están a ambos lados del presbiterio según diseños preexistentes del pintor y arquitecto Francesco Solimena, maestro del mencionado Francesco de Mura y creador en la cartuja del diseño del altar mayor y de los dos lienzos que están en la capilla de San Martín sobre la vida del santo.

 

 
     
     
Detalles de la alegoría de la Caridad (Martina Franca)

 

En 1771, Francesco Saverio Stabile, por entonces obispo de Martina Franca, le confió al escultor las dos figuras alegóricas que representan la Abundancia y la Caridad, de tamaño superior del natural. Ambas flanquean el gran baldaquino situado en el ábside de la basílica de San Martín que se halla en dicha localidad de la región italiana de Puglia y aluden a la virtud de socorrer al prójimo, tan característica del santo titular.

La Abundancia representa a una doncella de aires pastoriles que descansa sobre el cuerno lleno de frutas que simboliza esta alegoría, mientras que la Caridad, confundida a veces con la Maternidad e incluso con un simulacro de la Virgen de la Leche con Jesús y San Juanito, es una joven y voluptuosa matrona de abultados senos. Lleva un niño en brazos al que acaba de amamantar, mientras contempla a otro que, a sus pies, llora para llamar su atención y se lleva la mano a la boca para hacer ver que está hambriento.

Probablemente el boceto en terracota policromada de esta última alegoría, espléndida obra de Sanmartino, sea la Caridad de pequeño formato que se conserva en el Bayerisches Nationalmuseum de Múnich.

 

 
     
     
Detalles de la alegoría de la Abundancia (Martina Franca)

 

Ya en su última etapa, Sanmartino realizó otras cuatro alegorías para la basílica napolitana de la Anunciación bajo la supervisión del arquitecto Carlo Vanvitelli. En este caso se trata de la Sabiduría, la Oración, la Santidad y la Meditación. Fueron entregadas en 1781 y en ellas el experto Teodoro Fittipaldi observa un marcado claroscuro que recuerda el refinamiento pictórico de Pietro Bardellino, discípulo de Francesco de Mura.

El ciclo alegórico para la Anunciación condensa prácticamente toda la actividad espiritual: leer, meditar, orar y ser iluminados por la Palabra sintetiza todo el ejercicio espiritual de la vida cristiana. Las directrices del napolitano Vanvitelli, luego completadas por su hijo Carlo, obedecen a que fue el encargado de realizar el nuevo diseño para la basílica tras el incendio que la destruyó completamente en 1757 a excepción de la sacristía.

 

 
 
Alegoría de la Meditación
(Foto: Carlo Raso)

 

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