RETABLOS II (2)
RETABLO DEL CORPUS CHRISTI EN PALMA DE MALLORCA

Marià Carbonell i Buades


 

 

El Retablo del Corpus Christi ocupa el ábside de la nave de la Almoina o septentrional de la Catedral de Palma de Mallorca. Es un retablo renacentista tardío donde la escultura adopta un papel escenográfico principal. Su autor es Jaume Blanquer, sin duda el mejor escultor mallorquín del siglo XVII.

Debemos valorar a Blanquer por este decisivo retablo, iniciado en el año 1626, que sus contemporáneos (primero, el cronista contemporáneo Joan Dameto; más tarde, en 1686, un grupo de artistas) consideraban el mejor de su época. Es casi innecesario añadir que estimuló un crecido número de imitaciones y variaciones que se pueden reseguir hasta finales de siglo, en la producción de Joan Antoni Oms, Pere Pou o Gabriel Oliver, entre otros.

El modelo interesa por la composición de conjunto, por la disposición de calles laterales convergentes, por la variedad y articulación de los órdenes clásicos (nótese el uso de las columnas aparejadas), por las soluciones técnicas (como el tipo de relieve y su combinación con la escultura exenta), por las morfologías (por ejemplo, la forma de los arcos), por el variado repertorio ornamental, por la policromía, etcétera.

El autor, de gran renombre en Mallorca y gran amigo de la Catedral, fue enterrado con toda discreción en la parte trasera del retablo, lugar donde apareció su lápida durante la última restauración de la obra.

Dicha intervención, realizada entre los años 2003 y 2004 por técnicos del IPHE, fue realizada para recuperar las alteraciones de la policromía debido a la extrema humedad del clima costero de Palma; así mismo, las zonas más visibles estaban afectadas por las sucesivas restauraciones realizadas a lo largo de las pasadas centurias. Toda esa degradación dio lugar a desprendimientos y desgastes en las capas de pintura y oscurecimiento de los barnices aplicados durante siglos. Las actuaciones se dirigieron al estudio integral de los materiales del retablo y de las causas que ocasionaron su deterioro; limpieza; fijación de su pintura y consolidación de su estructura.

 

FUENTES: CARBONELL I BUADES, Marià. "El Retablo en Mallorca, del Renacimiento
al Barroco", en Los Retablos: Técnicas, Materiales y Procedimientos, Madrid, 2006, p. 6.

 

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