Amadeu realizó numerosas imágenes de San José Oriol, antes y, sobre todo, después de su beatificación en 1806. El personaje en cuestión (Barcelona, 23 de noviembre de 1650 - 23 de marzo de 1702), muy venerado en la ciudad condal, fue un presbítero barcelonés dedicado a los enfermos, a los que curaba y atendía. Esta benéfica tarea y su austeridad, le llevaría a ser conocido como el "doctor Pan y Agua".

En 1759 se inició el proceso de beatificación a instancias de una comisión formada por ciudadanos de Barcelona y feligreses del templo barcelonés de Santa Maria del Pi, y el día 5 de septiembre de 1806 era beatificado en Roma por el papa Pío VII. Fue canonizado en 1909, a instancias del Cardenal Salvador Casañas i Pagès, obispo de Barcelona y antiguo rector de la parroquia del Pi, quien era muy devoto del santo.

Su ministerio principal estuvo ligado siempre a la Parroquia de Santa Maria del Pi de la que fue nombrado beneficiado 1686. Desde ese año ocupó numerosos cargos dentro de su comunidad destacando sobre todo en el de pasionero que le llevó a tener que visitar y cuidar de los enfermos y los pobres de la parroquia. Con el tiempo, a través de este ministerio, se hizo muy popular entre la población de Barcelona y la fama de su carisma taumatúrgico se extendió por toda Cataluña.

Precisamente uno de los más celebrados simulacros de San José Oriol se encuentra en Santa Maria del Pi, concretamente en la capilla -dedicada a San Clemente y San Leopardo- donde obtuvo su beneficio en 1686 y donde fue sepultado su cuerpo el 23 de marzo de 1702. Posteriormente, la capilla se dedicó a San José, cuya imagen y retablo quedaron destruidos en el incendio de 1936. Después se dedicó a la Virgen de Montserrat, pero en 2012, con motivo del retorno de las reliquias de San José Oriol a su sepultura, se cambió el altar de Montserrat por el del santo y se colocó la talla que hizo Amadeu para celebrar las fiestas por su beatificación.

En este caso el santo está representado en éxtasis, siguiendo los principios doctrinales del quietismo, una especie de zen del siglo XVII que le llevó alguna vez a ser incluso investigado por la inquisición aunque sin consecuencias. Este espíritu quietista es uno de los rasgos principales de su espiritualidad.

De entre el resto de simulacros de San José Oriol que realizó Ramón Amadeu destaca el conservado en la capilla de la Inmaculada Concepción de la Catedral de Jaén, también de 1807 y ya mencionado en la primera entrega del especial, y por encima quizás de todos el que estaba en depósito en el templo barcelonés de la Esperanza, encargado por el arquitecto Josep Mestres i Gramatxes (con quien Amadeu huiría a Olot en 1809), curiosamente a modo de exvoto por haber salido ileso de un accidente mientras realizaba unas obras en Santa Maria del Pi. En este caso, el santo formaba grupo con la figura de un varón enfermo al que dispensaba sus cuidados.