VIRGEN DEL ROSARIO
CÁDIZ


 

 

Cuatro han sido los simulacros escultóricos que han representado, a lo largo del tiempo, a Nuestra Señora del Rosario, patrona de Cádiz. El primero de ellos, de origen sevillano, era de talla completa y fue maltratado por los ingleses durante el saqueo sufrido por la ciudad en 1596, venerándose actualmente en el Colegio de San Albano o de los Ingleses de Valladolid bajo la advocación de Nuestra Señora de la Vulnerata. Dicha imagen fue llevada a la ciudad castellana en el año 1600 a petición de los seminaristas del mencionado colegio, en cuyos muros se conservan unos lienzos que narran su profanación y venida a Valladolid.

Las circunstancias anteriores motivaron el encargo de una nueva talla a un escultor cuya identidad se desconoce, siendo en este caso de candelero para vestir y mayores dimensiones, labrada en los últimos años del Quinientos. Lamentablemente, resultó destruida en el incendio intencionado del Convento de Santo Domingo en 1931, salvándose únicamente la pequeña efigie del Niño Jesús y el juego de manos de la Señora.

Tras una efigie de los Talleres Granda (1933) que fue retirada del culto por no ser del agrado de sus devotos, el escultor e imaginero sevillano José Manuel Rodríguez Fernández-Andes realizó en 1943 la actual patrona de la ciudad, conservando las manos y el Niño de la imagen perdida en 1931. La efigie de Fernández-Andes reproduce igualmente las facciones de la misma, dulcificando su hieratismo y dando un aire más juvenil al semblante según los cánones de la imaginería neobarroca del momento.

La Virgen aparece estante, en actitud oferente del divino infante, al cual sostiene entre ambas manos. Viste saya y larga capa pluvial sobre sus hombros, a modo de manto, y enmarca su rostro con elegante rostrillo. Como preseas lleva corona real, estando la imagen coronada canónicamente en 1947, y media luna de plata a sus pies. Soberbio es su retablo, colosal obra en mármol de Génova labrada por los hermanos Andreoli según un diseño de Juan González de Herrera (1683-1691), con decoración escultórica de Frucos y Ponzanelli.

 

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