LAS GLORIAS DE MURILLO (VIII)
LA CARIDAD DE SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA

Sergio Cabaco y Jesús Abades


 

 

Santo Tomás de Villanueva (1486-1555), un fraile agustino de orígenes manchegos que accedió al cargo de Arzobispo de Valencia en 1544, fue canonizado en 1658 durante la Contrarreforma. De nombre Tomás García Martínez, el santo, perteneciente a la Orden de San Agustín, fue famoso por sus obras de caridad, especialmente durante su arzobispado en Valencia, y por ello su iconografía suele mostrarlo dando limosna a los pobres.

Entre 1665 y 1670 Murillo pintó varias escenas de la vida de Santo Tomás de Villanueva para un retablo dedicado a su culto en la capilla de los Cavalieri del monasterio sevillano de San Agustín. Del mismo sobreviven las que lo representan dando limosna a los pobres (Norton Simon Foundation de Pasadena), sanando a un lisiado (Alte Pinakothek de Munich) y repartiendo sus ropas siendo un niño (Cincinnati Art Museum).

Repartiendo limosna fue también inmortalizado por el pintor hacia 1670 para Giovanni Bielato -que adquirió la obra en 1674 junto con otros tres lienzos de Murillo: Adoración de los Pastores, José y sus hermanos y Descanso en la Huida a Egipto-, y varios años después para el convento sevillano de los Capuchinos (1678), ésta última una de sus obras mayores que actualmente se guarda en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

La pintura en la que nos vamos a centrar fue la comprada por el comerciante genovés Bielato, hoy en la Wallace Collection de Londres. Después de la muerte de Bielato, pasó a la Orden Capuchina de Génova, que la perdió a principios del siglo XIX, siendo finalmente adquirida en 1846 por el cuarto marqués de Hertford junto a otras piezas de Murillo y de sus discípulos y colaboradores más cercanos (ver enlace inferior).

El cuadro de la Wallace (150,2 x 152,1 cm) es muy notable por la forma en que el artista hispalense combina la monumentalidad de la composición religiosa con un excepcional grado de naturalismo. Guarda bastante semejanzas con el homónimo del museo sevillano, aunque con diversas variantes y más figuras. El santo, vestido con el hábito de monje agustino, está rodeado de un numeroso grupo de personas necesitadas.

De acuerdo con las enseñanzas de la Contrarreforma, el lastimoso gesto del mendigo semidesnudo, al que Santo Tomás de Villanueva entrega una moneda, está destinado especialmente a despertar la compasión en el espectador, como lo hace en el santo. A su vez, el acto de caridad de Santo Tomás, al que asisten dos acólitos que figuran a su derecha, está calculado de modo similar para inspirar admiración y emulación en los fieles.

 

FUENTES

Con información de la Wallace Collection de Londres.

PAREDES GONZÁLEZ, Jerónimo. "La Caridad en la pintura de Murillo", artículo publicado en La Iglesia española y las instituciones de caridad, Instituto Escurialense de Investigaciones Históricas y Artísticas. Simposium (14. 2006. San Lorenzo de El Escorial), Madrid, 2006, pp. 808-810.

 

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