María, de pie y lujosamente ataviada, sostiene al Niño sobre su brazo izquierdo y flexiona elegantemente la pierna derecha, en suave contraposto. Lleva corona mural en alusión a su realeza, y en la mano derecha porta un fruto que parece ser una breva, símbolo de fecundidad.

Respecto al pequeño Jesús, que aparece desnudo y con las piernas graciosamente cruzadas, sujeta en su mano izquierda el orbe y bendice con la diestra.

La imagen es obra moderna del imaginero Francisco Cruz Solís, quien reprodujo con el mayor detallismo posible la talla mariana del Quinientos que se perdió en los sucesos de la Guerra Civil. Los candorosos semblantes, el empaque formal y la disposición de los ropajes de la Virgen recuerdan los modelos empleados en el renacimiento sevillano a mediados del siglo XVI.

Es patrona de la localidad de Campo de Criptana (Ciudad Real), por cuyo topónimo también se la conoce, y recibe culto en la iglesia parroquial de dicho municipio manchego.