MATER DOLOROSA - LUIS SALVADOR CARMONA
VIRGEN DE LOS DOLORES (ESCURIAL)

17/09/2025


 

 
 
Fotos: Ángel Pantoja

 

Luis Salvador Carmona hizo las esculturas del Cristo del Desamparo y Nuestra Señora de los Dolores para la cofradía del mismo nombre de Escurial (Cáceres), cuya existencia está documentada entre 1732 y 1815. Ambas obras debieron formar parte del mismo ajuste, aunque se enviaron, y tal vez también se ejecutaron, con una diferencia de dos años, según deducimos a partir de los gastos que ocasionó la construcción de los retablos donde habrían de ir situadas. La escultura mariana llegó en 1730. El Cristo llegaba dos años después, en 1732.

La temprana cronología de estas esculturas constituye un primer aspecto de interés por la escasez de obras conocidas de la etapa inicial del escultor, donde ya se revela como un extraordinario artífice. Carmona ejecutó las tallas escurialegas cuando aún se encontraba vinculado al taller de Juan Alonso Villabrille y Ron, en el ínterin que medió entre el final de su etapa como aprendiz y el mismo año que accedió a regentar dicho obrador en sociedad con José Galbán, yerno de Villabrille, una vez que este falleció. No es desacertado pensar, dada la buena relación que existía, que Villabrille auspiciara la asociación de Carmona y Galbán para regentar su taller, asegurando así un holgado sustento para su hija y el futuro de su mejor aprendiz. Las dotes de Luis para la escultura eran un garante y reclamo para que no faltaran los encargos, a los que ya había empezado a hacer frente estando bajo las órdenes de su maestro.

El segundo aspecto de interés de las tallas de Escurial reside en los modelos escultóricos de la etapa inicial del artista, deudores de la fase más barroca y de los tipos que había conocido en el taller de su maestro Villabrille.

La imagen de Nuestra Señora de los Dolores se representa de pie, con los brazos abiertos en diagonal y mirando hacia lo alto en actitud declamatoria, suplicante y muy expresiva al estar "en contemplación del Crucificado", según Mélida, en la versión Stabat Mater Dolorosa ("De pie la Madre sufriendo"). Para la confección de la pieza el joven Carmona siguió el modelo de Virgen Dolorosa que su maestro había tallado para la Colegiata de Pravia (hacia 1727) y la Capilla de la Buena Muerte en la iglesia vallisoletana de San Ignacio, actual de San Miguel, sin olvidar las medias figuras de la Colegiata de San Isidoro de León (1715- 1720) o la que hizo para los jesuitas de Valladolid (1726), inspiradas, a su vez, en el modelo que Pedro de Mena ejecutó en 1671 para el desaparecido Calvario de la Capilla del Santo Cristo en la iglesia madrileña de San Isidro.

Podemos relacionar los ropajes de la Virgen con otras obras de Luis Salvador Carmona como el San Francisco de Asís de Estepa (1743-1746), las dolorosas de La Granja de San Ildefonso (1743) y del convento salmantino de las Madres Agustinas (hacia 1759) y la Asunción de Serradilla (1749). Respecto a su rostro, entra en relación con el de la Dolorosa de El Real de San Vicente (1754), la más avanzada de Hinojosa (Guadalajara) o la Piedad de Salamanca (hacia 1755). Símbolo del dolor de María es el puñal que le atraviesa el pecho y hoy sustituye a la espada original que debía llevar la obra, atributo también de la advocación del Traspaso.

 

 
 
Fotos: Ángel Pantoja

 

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NOTAS y FUENTES

Nuestro agradecimiento a Ángel Pantoja.

MÉNDEZ HERNÁN, Vicente. "Dos atribuciones de obras tempranas al escultor Luis Salvador Carmona: la Dolorosa y el Cristo del Desamparo de Escurial (1730-1732) (Cáceres)", en Boletín de Arte-UMA, nº 41, Ediciones del Departamento de Historia del Arte, Universidad de Málaga (UMA), 2020, pp. 139-149.

 

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