MATER DOLOROSA - JOSÉ DE MORA
BUSTO DEL CONVENTO DE LAS MARAVILLAS (MADRID)

28/09/2021


 

 

El más importante mecenazgo del que gozó José de Mora por ser escultor de cámara, el del rey Carlos II, es por desgracia el menos conocido. Quizás obras de su órbita en conventos madrileños, como el busto de Dolorosa del Monasterio de las Maravillas, u otras no conservadas para la Real Congregación de San Fermín de los Navarros, el Real Colegio de Atocha y la Iglesia del Hospital de los Aragoneses, fueran en origen encargos reales. Pudo tener más relevancia esta actividad para su prestigio en Granada que en la propia Corte.

Aparte de la Dolorosa de las Maravillas, en Madrid se han conservado varias piezas relacionadas con el escultor bastetano: una del Real Monasterio de las Comendadoras de Santiago, atribuida por Sánchez Rivera a Mora o su taller, y una pareja de Ecce Homo y Dolorosa (Colección Abelló) que se ha podido contemplar hace poco, considerada de la etapa madrileña del maestro, aunque este punto aún está por comprobar con argumentos sólidos. Todas ellas presentan concomitancias más o menos evidentes con otras imágenes conocidas del artista, como las de Santa Isabel la Real o de Santa Catalina de Zafra, ya comentadas en nuestro especial.

Presumiblemente, la pieza que abordamos en esta entrega sería fruto de un encargo de su etapa madrileña o estaría en relación con alguno de los personajes con los que Mora entró en contacto durante su estancia en la Corte. Esta Dolorosa fue dada a conocer, junto con otro ejemplar de la colección del marqués de Eguirior (Málaga), por el crítico de arte Ricardo de Orueta en el año 1927.

Hay que recordar que Mora viajó en 1666 a Madrid para trabajar con Sebastián Herrera Barnuevo (discípulo de Alonso Cano), quien, por su cargo de maestro mayor de las Obras Reales (desde 1662), debió de facilitarle su entrada en el ambiente palaciego. A finales de 1672, Mora fue nombrado Escultor de Carlos II, entonces aún menor de edad, por muerte de Pedro de Obregón. Entre aquella fecha y 1679 residió en la Villa y Corte, realizando algunos viajes a Granada, donde permanecería de manera definitiva a partir de 1680.

En la obra de José de Mora catalogada por Gallego Burín, hay dos tipos de bustos de la Mater Dolorosa: uno de ellos sigue el modelo de la Soledad de Becerra (Museo Nacional de Escultura, Museo de Bellas Artes de Granada) y otro muestra a María con el cabello caído hacia a ambos lados, como un manto esculpido que se fusiona con el de tela, y una túnica de cuello redondo que cubre su pecho; a este último tipo pertenece la obra que nos ocupa, así como las versiones del Convento de Santa Catalina de Zafra, del Convento de Santa Isabel la Real y del Victoria & Albert Museum de Londres. Las versiones granadinas fueron concebidas en pareja con un Ecce Homo, mientras que las de Madrid y Londres son piezas únicas. Todas ellas no incluyen las manos.

 

BIBLIOGRAFÍA

ROMERO TORRES, José Luis. Granada: The Mystic Baroque, Coll & Cortés, Londres, 2015, p. 119.

SÁNCHEZ RIVERA, Jesús Ángel. "Esculturas y escultores granadinos en el Madrid del seiscientos: presencia e influencia", en Lecciones barrocas: "aunando miradas", Asociación para la investigación de la Historia del Arte y el Patrimonio Cultural "Hurtado Izquierdo", Córdoba, 2015, pp. 275-276.

LÓPEZ-GUADALUPE MUÑOZ, Juan Jesús. "En la estela de Cano. José de Mora y sus contextos", en El triunfo del barroco en la escultura andaluza e hispanoamericana, Universidad de Granada, 2018, p. 200.

SÁNCHEZ RIVERA, Jesús Ángel. "Una nueva talla de José de Mora en Madrid", en Cuadernos de arte de la Universidad de Granada, nº 42, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Granada, 2011, p. 56.

 

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