Quizás mediando una donación de un promotor privado, en el Convento de Carmelitas Descalzos de Jaén se veneraba la imagen de la Virgen de las Angustias que, como se demostró durante el proceso de restauración de la misma, fue una Dolorosa de busto a la que después se "completó" con el resto del cuerpo y el Cristo yacente.

Quizás la nueva composición aludía un sermón del carmelita descalzo fray Diego de Santiago titulado "Oracion octava en la colocacion de nueva imagen de Nuestra Señora de las Angustias al pie de la cruz, y con el cadaver de su hijo en su regazo: estando patente el SS. Sacramento, en el Convento de Carmelitas descalzos de Jaen". En clave simbólica, su retórico discurso sugiere que la imagen procede de otra ciudad: "Llevaràn esta Imagen, dize el Profeta, de una Ciudad à otra: A portari te faciet, para que se corone de sus mesmos dolores".

Tras la desamortización de su convento, pasó a la Catedral de Jaén en 1845, venerándose en la antigua capilla de San Pedro Pascual. Desde 1926 es titular de la cofradía jiennense de la Buena Muerte.

Quizás por esta razón Gallego Burín observó una dureza anatómica ajena a la plástica del escultor bastetano en el modelado del yacente, si bien la configuración del rostro se ajusta a los patrones del "modo granadino"; por la misma razón, se complementa el volumen de la Virgen con telas encoladas, operación necesaria en el proceso de reformulación plástica de la primitiva imagen de busto, y la imagen del Cristo resulta desproporcionada. Sin otros datos documentales, cabe pensar que la inicial imagen de Dolorosa de busto fuera convertida ya en el siglo XVIII en el entorno de los talleres granadinos en el grupo escultórico de la Piedad.

No es conocido el vínculo concreto de Mora con este convento pero, amén de trabajar puntualmente para la Catedral de la capital del Santo Reino, parece probable que la comunicación entre comunidades conventuales de la misma orden obrara a su favor, si es que como imagen de oratorio que fue no se trató de una donación particular. Lo que sí pueden desecharse casi con toda seguridad para el busto de Dolorosa primitivo, son las hipótesis de cronología formuladas tanto por Caballero Venzalá como por Aragón Moriana y Vázquez Berni que la situarían en un arco temporal entre 1713 y 1718, fechas demasiado tardías en la trayectoria de Mora.