LA ICONOGRAFÍA MACABRA DEL BARROCO
CABEZA CORTADA DEL BAUTISTA


 

 

La iconografía de San Juan Bautista, proveniente del Nuevo Testamento, es rica en episodios y evoluciona a lo largo de la historia: las primeras representaciones del santo aparecen en la Alta Edad Media con un esquema iconográfico que pervive hasta la Edad Moderna. Fue a partir del Barroco cuando se difunde la piedad hacia la escena de la degollación o decapitación del Bautista. La exaltación que desde entonces se hace de tan brutal martirio convirtió el episodio en uno de los preferidos del periodo.

La cabeza cortada del Bautista sobre una bandeja constituye también un motivo iconográfico por sí mismo. Fue un tema muy común tras los años finales de la Edad Media. De hecho, era el emblema de las cofradías de la Misericordia y de los Penitentes negros, que asistían a los condenados a muerte. En el arte español prolifera durante el Barroco. Los ejemplos, que resultan tremendistas, estremecen por su crudeza y exacerbado realismo, sobre todo en la zona del cuello diseccionado. Pero, asimismo, la contemplación directa de dicha imagen sanguinolenta estimulaba entonces en los fieles la devoción por su fuerte contenido dramático.

A los escultores, el tema de la cabeza degollada del Precursor les ofrece, además, enormes posibilidades para demostrar sus conocimientos anatómicos. En la escuela sevillana presenta notorio interés la firmada y fechada en 1591 por Gaspar Núñez Delgado, que se conserva en el museo hispalense de Bellas Artes. Dicha pieza es modelo y prototipo de la amplia relación de ejemplares realizados por los imagineros del Barroco.

Recientemente, el historiador Alfonso Pleguezuelo ha atribuido a la escultora Luisa Roldán, otra figura capital del Barroco sevillano, las cabezas cortadas de San Juan Bautista (imagen superior) y San Pablo (imagen inferior) que se conservan en la Hispanic Society of America (Nueva York). Ambas fueron modeladas en arcilla, quizás durante la etapa de Luisa Roldán en Madrid (1692-1706), ciudad donde la artista tanto usó este material.

 

 

El profesor Alfonso Pleguezuelo considera que la asociación de las cabezas cortadas de San Juan y San Pablo fue una aportación inicial de la pintura barroca sevillana ya que son varios pintores de esta escuela y momento los principales cultivadores del asunto. En estas obras de Luisa Roldán, apodada La Roldana, sorprende la precisión con que establece la diferencia del tratamiento de los rasgos faciales de ambos personajes, relacionada con la distinta edad que se supone tenían en el momento del martirio.

La forma inflada de los mechones del cabello, la manera de tallar las barbas, las bocas abiertas con ambas dentaduras visibles por el desplome del abultado belfo, y el gran papel de la policromía -seguramente realizada por Tomás de los Arcos, cuñado de la escultora-, que no sólo colorea sino que sugiere y sustituye al mismo volumen convirtiéndose en factor tan protagonista como éste de los efectos finales que la obra produce, son rasgos muy peculiares de las esculturas de Luisa Roldán que podemos contemplar en estas cabezas, cuyos diámetros son 48,5 cm (San Juan Bautista) y 46 cm (San Pablo).

Si nos preguntamos por el sentimiento que producen en el espectador actual, muchos responderían que es de horror y repugnancia a pesar de que resultan aún más crudas que éstas, muchas de las imágenes que se nos muestran en los medios de comunicación que informan sobre los crímenes de guerra o las venganzas del narcotráfico, por cierto muy inclinadas estas últimas a emplear la vieja costumbre de la "poena capitis".

Pero si nos esforzamos por pensar cuál sería la reacción de los creyentes del siglo XVII ante estas obras, tal vez habría que añadir otros contenidos justificativos de la extraña atracción-repulsión que generaban escenas de tal dureza: ¿La admiración por el héroe que ofrece su vida por la defensa de una idea? ¿La conmiseración por el dolor infringido tan cruelmente? ¿El morboso y paradójico placer de una era, la barroca, que algún autor ha calificado de "melancólica" en el sentido más depresivo, enfermizo y autodestructivo del término?

 

Fotografías de la Hispanic Society of America

 

FUENTES

PLEGUEZUELO HERNÁNDEZ, Alfonso. "Dos cabezas cortadas atribuibles a Luisa Roldán en la Hispanic Society of America", en Archivo Español de Arte, nº 353, tomo 89, Madrid, CSIC, 2016, p. 33, 36-37 y 40.

ROJAS-MARCOS GONZÁLEZ, Jesús. "La iconografía barroca del Bautista en las artes plásticas de la catedral de Sevilla", en El Barroco. Universo de experiencias, Córdoba, Asociación "Hurtado Izquierdo" y Ayuntamiento de Córdoba, 2017, pp. 134 y 136-137.

QUIROGA FIGUEROA, María. "San Juan Bautista en la imaginería del Museo Provincial de Lugo y algunas consideraciones iconográficas", en Boletín do Museo Provincial de Lugo, nº 7 (1), Lugo, Ediciones de la Diputación Provincial de Lugo, 1995-1996, p. 221.

 

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