EL ENCANTO DE LO INACABADO - ARTES SACRAS (IX)
ALTAR EN UNA IGLESIA BARROCA

06/07/2021


 

 

El famoso pintor alemán Adolph von Menzel (1815-1905) gozó de fama durante su vida, siendo especialmente celebradas sus escenas sobre la vida en la corte real de Prusia. Muchas de sus pinturas de género, poco aceptadas en su entorno, quedaron sin exhibir antes de su muerte, siendo la que nos ocupa una de ellas.

En el presente trabajo, titulado Altar en una iglesia barroca, Menzel intentó recrear el fastuoso interior de un templo barroco alemán que no ha podido ser identificado. Era la última etapa artística del pintor (1880-1890), que aunque diseñó con gran precisión la parte principal del cuadro, formada por el presbiterio, las escaleras que dan acceso al mismo y el altar con la imagen mariana que lo remata, prefirió comenzar por el fondo, recreando casi acabados, principalmente a base de tonos marrones, un altar secundario lateral, dos lámparas colgantes y la figura de un hombre mayor que reza arrodillado sobre uno de los bancos.

Para el soporte Menzel empleó la tabla de roble, y para el diseño, el lápiz azul delineado con regla. En las zonas a las que agregó pintura, utilizó con gran elegancia el óleo. Dichas zonas pictóricas, en las que parece flotar el incienso, recuerdan las deliciosas atmósferas esotéricas de Moreau. Una luz dorada, procedente quizás de un óculo o vano situado en el remate del retablo inferior, ilumina la estancia. Pero más que una reinterpretación del simbolismo, podemos hablar de un realismo moderno que anticipa las obras de artistas como Sorolla.

El estado inacabado permite una visión muy definida del proceso de trabajo. Llaman la atención las líneas azules tan correctas del altar mayor para un artista que faltó tanto el respeto a la perspectiva. Por otro lado, el dibujo preliminar no es del todo vinculante, ya que otra figura masculina abocetada, que se agacha para recoger un objeto, ya ha sido desechada y comienza a desaparecer bajo la pintura.

Respecto al hecho de que este pequeño cuadro (50 x 61 cm), conservado en los Museos Estatales de Berlín, haya quedado inacabado, ello no parece obedecer al fallecimiento de Menzel, pues se conserva una fotografía de unos años antes de su muerte, en la que el pintor, paleta y pincel en mano, cuando hacía tiempo que había dejado de pintar al óleo, aparece retratado frente a un caballete con Altar en una iglesia barroca sin concluir.

Por otro lado, un gouache de 1890 muestra, en un contexto alegórico, una vista del taller de Menzel con solo dos obras, ambas inacabadas: el gran "Discurso de Federico el Grande a sus generales antes de la batalla de Leuthen del año 1757" y la obra que nos ocupa, Altar en una iglesia barroca.

Probablemente fue la dificultad que Menzel encontró para encajar las figuras en el espacio pictórico -a las anteriores hay que sumar las del sacerdote oficiante y otra femenina que se sitúa casi en primer plano- lo que finalmente hizo tirar la toalla al pintor. Quizás por ello, en 1887 manifestara su intención de renunciar por completo a la técnica del óleo y trabajar solo con el gouache y la acuarela. La obra interrumpida Altar en una iglesia barroca quedaría, por tanto, como una espina para Menzel dentro de una exitosa trayectoria.

 

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