EL ANTIGUO EGIPTO - RAHOTEP Y NOFRET

Sergio Cabaco y Jesús Abades


 

 
 

 

La extraordinaria calidad de las pinturas empleadas por los artistas egipcios ha hecho que obras con milenios de historia presenten una policromía extraordinariamente bien conservada. Es el caso de esta pareja de estatuas que representan al príncipe Rahotep, sumo sacerdote de Heliópolis e hijo del faraón Snofru, y su mujer Nofret, halladas en las mastabas gemelas de ladrillo cocido que ambos poseían en Meidum.

Este tipo de estatuas de los fallecidos eran colocadas en las tumbas para asegurarse de que los dioses supieran quién estaba enterrado en ellas. Cuando se hallaban presidiendo las capillas funerarias de los difuntos, sus familiares y amigos las visitaban y depositaban ofrendas ante ellas.

Labradas en piedra caliza a principios de la IV dinastía, las figuras visten los ropajes propios del periodo: el príncipe Rahotep, que también ostentaba el rango de Director de Expediciones y Jefe de Construcción, lleva sólo un escueto kilt, una pequeña peluca y un amuleto al cuello, mientras que Nofret se halla ataviada con una túnica de tirantes, manto largo, pesada peluca y ancho collar de piedras semipreciosas.

Los templos de Ra, Ra-Atum y Ra-Harakhty en Heliópolis, Iunu en egipcio, estuvieron entre las instituciones religiosas más influyentes del país. En ellos se rendió culto al astro rey en forma de disco y se inventó el calendario basado en el año solar. Recientemente, colosales estatuas de Ramsés II y Sesostris I, así como estatuillas de Akhenatón, Nefertiti y Tiyi han sido descubiertas en su territorio.

 

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