GEORGES BRAQUE. 50 ANIVERSARIO
CASAS DE L'ESTAQUE

Julián Gallego y Will Gompertz


 

 

La expresión de Henri Matisse "Tiens, de petits cubes..." fue recogida por el crítico de arte Louis Vauxcelles; el mismo que, al calificar de "fieras" a un grupo de pintores capitaneados por Matisse en una crítica de tres años antes, originó la palabra "fauvismo". En su crónica del semanario Gil-Blas, Vauxcelles habló de los paisajes de L'Estaque expuestos por Kahnweiler, cuyas formas había reducido Georges Braque a cubitos.

De ahí saldría el nombre de Cubismo, aplicado a un grupo de artistas que, a partir de esa fecha, tratarían de expresar el modelo (paisaje, bodegón o figura) por formas rectilíneas y geométricas. Todo ello se origina en un momento de fatiga por las curvas decorativas del "Modern Style" que han invadido los cafés, los teatros, los salones de té, los primeros cinematógrafos, las revistas, las ilustraciones de los libros, hasta los calendarios y las tarjetas de visita. Contra esta bacanal curvilínea, los cubistas van a plantar sus firmes y austeras rectas, como un ejercicio cuaresmal después de los carnavales, según la acertada comparación de Eugeni d'Ors.

Ello viene respaldado por el prestigio naciente de Paul Cézanne. Este amigo de los Impresionistas, pero que reaccionó contra su excesiva fluidez, amigo y víctima de Émile Zola, ha muerto en Aix-en-Provence, su ciudad natal, en el año 1906. Dos años antes de esa muerte, ya el Salón de Otoño de 1904 había expuesto, en una especie de homenaje, nada menos que 42 telas del maestro. Ello iniciaba un reconocimiento público del valor de quien había dicho: "Todo en la naturaleza puede reducirse a cubos, cilindros, esferas...".

Picasso diría de Georges Braque: "Es mi mujer". Este "c'est ma femme" no tiene más sentido que el del marido español, el único con opiniones propias en la casa. Su mujer (si es la esposa tradicional, la de la "pierna quebrada") es como un eco. Eso quería decir Picasso, que por lo demás, fue excelente amigo de Braque.

Braque, si llegó con unos "minutos" de retraso a las primeras búsquedas de una pintura nueva, iniciadas por su amigo "el pequeño español", les daría un rigor muy francés y sería quien, como ya hemos visto, mereciera el adjetivo de "cubista", continuándolas después, casi hasta su muerte, en 1963.

Como hemos apuntado, ante obras como Casas de L'Estaque (Kunstmuseum de Bern), pintada al óleo sobre lienzo por Braque en 1908, Matisse exclamo lo de "¡Vaya, cubitos!". Su amigo Picasso respondió en el año 1909 con Fábrica en Horta de Ebro. Ambos cuadros presentan semejanzas notables.

Braque plasma una colina dominada por casas entre las que aparecen dispersos árboles y arbustos. Lo hace como si le quitara el enfoque a una cámara: haciendo un zoom hacia una parte concreta, intensificando la vista general y eliminando la profundidad de campo. Algunos elementos que uno esperaría encontrarse en un paisaje, como el cielo o el horizonte, han sido eliminados a fin de acomodarse al concepto de "estampado integral" que interesa al artista. Ese era también el objetivo de Cézanne, pero Braque lleva todo a primer plano, hacia delante, como los pasajeros de un coche se abalanzan hacia el parabrisas cuando el conductor da un frenazo.

 

FUENTES: GALLEGO, Julián. "El Cubismo", nº 6 de Los Ismos en la Pintura, Prensa Española, 1975.
GOMPERTZ, Will. ¿Qué Estás Mirando? 150 Años de Arte Moderno, Ediciones Santillana, 2013.

 

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