BLACK LIVES MATTER - PINTURA Y ESCULTURA SACRA
LA IRA DE ASUERO

08/08/2020


 

 

El Libro de Ester cuenta cómo su protagonista, ahijada del judío Mardoqueo, logra salvar a su pueblo del exterminio que les tenía preparado Amán, favorito del rey persa Asuero, identificado por la historiografía con Jerjes I, uno de los soberanos del gran imperio aqueménida que se extendió por el occidente asiático.

La función de Ester -que, aun siendo reina, mantenía en secreto su origen judío- como salvadora de su pueblo, la elevó a una dimensión religiosa. Asimismo, la interpretación de su figura como prefiguración de María es frecuente, pues Ester salva al mundo del diablo y de la maldad representada en Amán. Al igual que Judit es una mujer que prefigura a la Virgen María, ya que ambas, como figuras de la Iglesia, mataron a sus enemigos y liberaron del peligro a Israel cuando estaba a punto de perecer.

Fue en un banquete organizado por Ester en palacio cuando la reina reveló a Asuero el ardid de Amán para engañar al rey y hacer que éste mandara asesinar a todos los judíos del territorio, incluidos Ester y Mardoqueo, quienes según la Biblia, seguían el plan que Dios les había dado para salvar a su pueblo.

Cuando Asuero se enteró de la trampa que le había tendido Amán, ordenó que lo colgaran de la horca que éste había preparado para Mardoqueo, al que Asuero designó como jefe de gobierno del territorio en lugar de Amán. Corrió entonces la noticia de que Dios había protegido a su pueblo por medio de Ester y Mardoqueo.

Jan Steen, artista barroco de la Edad de Oro holandesa, pintó tres óleos sobre la escena del banquete, dos de los cuales se encuentran en el Instituto Barber de Birmingham. "La ira de Asuero", el más grande de los tres (129 x 167 cm), fue pintado hacia 1668-1670 y es conocido también por el título "El furor del rey Asuero". El experto Robert Wenley señala que Steen, más conocido por sus exuberantes, ingeniosas y algo caóticas escenas de campesinos, llenas de humor y colorido, llevó ese tipo de pintura tragicómica vibrante y animada a este episodio bíblico, cuyo efecto melodramático bebe también de las convenciones del teatro holandés.

En el cuadro, Asuero se pone iracundo en pie, con los brazos extendidos y el puño derecho cerrado hacia Amán, que se encoge y levanta las manos hacia su rostro en un gesto de vergüenza o simplemente de escape. La violenta reacción del rey derriba un jarrón y un pastel de pavo real, símbolo del orgullo caído de Amán. La postura de Ester es ambigua; pese a haber revelado la traición de Amán y su propia identidad judía, con una mano sobre el corazón y la otra extendida al traidor, su rostro está tranquilo y hasta satisfecho.

Frente a la blancura de Ester -cuyo cuerpo está bañado por la luz- y la tez clara de los demás personajes, acordes con los tipos holandeses de Steen, vemos a dos sirvientes africanos y al propio Asuero provisto de una tez muy morena, tal vez hasta excesiva para los rasgos persas del periodo, fruto quizás de la referida teatralidad.

 

FUENTES

CARRUTHERS, Jo. The Politics of Purim: Law, Sovereignty and Hospitality in the Aesthetic Afterlives of Esther, Londres, Bloomsbury, 2020, p. 152.

GONZÁLEZ DORESTE, Dulce María y PLAZA PICÓN, Francisca del Mar. "Modelos bíblicos de mujer: Ester y la salvación del pueblo judío", en Forma Breve, nº 15, Universidade de Aveiro, 2018, pp. 46-47.

 

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