BLACK LIVES MATTER - PINTURA Y ESCULTURA SACRA
SAN CALOGERO DE SICILIA

02/08/2020


 

 

San Calogero de Sicilia fue un monje ermitaño nacido en Calcedonia -actual distrito de Kadiköy en Estambul, la antigua Constantinopla- que es venerado como santo taumaturgo por las iglesias católica y ortodoxa, aunque su culto se halla fuertemente extendido en tierras sicilianas, donde residió buena parte de su vida.

En torno a su existencia tenemos tres versiones. La primera dice que Calogero peregrinó a Roma, donde conoció al apóstol San Pedro, el primer papa de la cristiandad, de quien obtuvo el permiso para ir a evangelizar la isla de Sicilia junto a otros compañeros anacoretas.

La segunda versión narra que vivió en una época posterior, entre los siglos V y VI, siendo un exiliado de su tierra debido a la persecución que sufrieron los fieles al dogma de la Santísima Trinidad proclamado en el año 451 durante el concilio de Calcedonia. Habiendo escapado de la muerte, viajó por varios países como ermitaño predicando la fe, administrando los sacramentos y ayudando a los enfermos. Su última parada fue Sicilia, donde vivió haciendo muchos milagros y curaciones y convirtiendo a muchos habitantes a la fe cristiana.

Por último, la tercera versión proviene de los jesuitas que confundieron a Calogero con un asceta de Cartago, en el actual país norteafricano de Túnez. Aunque errónea, fue la versión más extendida durante mucho tiempo, de ahí que el santo haya sido representado como un individuo de raza negra al ser considerado de África.

Más de cincuenta municipios en Sicilia poseen una iglesia o un altar dedicado a Calogero, que además ostenta el patronazgo de las localidades de Naro y Agrigento. La obra que nos ocupa es la que se venera en Naro, donde se le conoce popularmente como San Calò y es objeto de impresionantes celebraciones.

Se trata de una escultura en madera oscura sin policromar, ricamente decorada con placas y aplicaciones de plata en su hábito de monje. Fue realizada en el año 1566 por el escultor Francesco Frazzetta, un artista del que apenas se conocen datos sobre su vida y obra, salvo que nació en la localidad siciliana de Militello in Val di Catania y que murió prematuramente, de ahí que la estatua del patrón de Naro tuviese que ser finalizada por su hija y discípula, cuyo nombre no se menciona pero se sabe que es a quien se debe la cabeza.

La figura lleva un nimbo como presea. En su mano izquierda sujeta un bastón por su condición de patrón, mientras que de la derecha, alzada para bendecir, cuelga un cofre de ungüentos en alusión a sus milagrosas sanaciones. Todos estos atributos fueron cincelados también en plata.

Esta escultura fue la que sacaron en procesión en 1626 para librar a la ciudad de la peste, tras lo cual fue nombrado San Calogero patrón de Naro. Poco tiempo antes, la religiosa franciscana Serafina Maria Pulcella había tenido una visión en la que el santo le predijo el fin de la epidemia. A San Calogero también se le atribuye que Naro se librara milagrosamente de las graves consecuencias del terremoto que asoló Sicilia en 1693.

 

 

 

FUENTES

DI NATALE, Maria Concetta. "Santi mori e Santi matamoros nell'arte in Sicilia", en "Schiavitù religione e libertà nel Mediterraneo tra medioevo ed età moderna", número XVII (monográfico) de la revista Incontri Mediterrani, 1-2/2008, Cosenza, Luigi Pellegrini Editore, p. 187.

 

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