MARIANO BENLLIURE. 150 ANIVERSARIO
MONUMENTO AL TENIENTE JACINTO RUIZ - MADRID

Juan Pérez de Guzmán


 

 

La idea de erigir un monumento al teniente capitán de Voluntarios del Estado, Jacinto Ruiz y Mendoza, que tomó parte con Daoíz y Velarde en la batalla del Parque de Artillería, surgió en el año 1888 por Pedro Berenguer y José Ibáñez Martín, profesores de la Academia General Militar.

El ministro de la Guerra, Manuel Cassola, la acogió inmediatamente con entusiasmo, y tras formar una comisión gestora presidida por Arsenio Martínez Campos, capitán general de los ejércitos, tuvo como primer resultado de la iniciativa la obtención de una real orden para que el nombre de Jacinto Ruiz y Mendoza, muerto a consecuencia de sus heridas en la defensa del Parque de Madrid el 2 de mayo del año 1808, figurase a la cabeza de los tenientes de Infantería en el escalafón general del Arma.

El Centro Militar se puso a la cabeza de la suscripción, y entre los oficiales del Ejército la idea fue recibida con cariño y entusiasmo. En poco más de tres años la suscripción hecha entre todas las clases del Ejército produjo lo suficiente para cubrir todos los gastos del monumento, en que solo la estatua, sin el valor del bronce en que fue fundida, ascendió a 80.000 pesetas.

La estatua con todos sus adherentes fue confiada a Benlliure, que en la Exposición Nacional de 1890 presentó el modelo en yeso. En menos de un año la amplió a una altura de 260 cm, y en este mismo tiempo se fundió en Roma y se construyó el basamento con mármol gris de Italia, negro veteado de blanco de Bilbao y rojo de Sigüenza. Además del bajorrelieve y de los demás adornos que el basamento lleva fundidos en bronce, en la parte de frente contiene sobre mármol blanco la inscripción "A JACINTO RUIZ", rodeada de adornos de laurel, en bronce también, y en la opuesta "EL EJÉRCITO ESPAÑOL A UNO DE SUS HÉROES".

La figura de Ruiz y Mendoza se halla de pie, con el cuerpo echado hacia delante, levantando el brazo izquierdo en actitud de excitar y animar a los combatientes y blandiendo en la mano derecha la espada. La cabeza la modeló Benlliure con arreglo a un retrato en lienzo que la familia de Ruiz posee en Ceuta. Este retrato también sirvió al artista para el dibujo que, en gran tamaño, fue grabado también magistralmente por Bartolomé Maura para adornar los cuartos de banderas de todos los cuerpos del Ejército.

 

 
 

 

FUENTES: PÉREZ DE GUZMÁN Y GALLO, Juan. El Dos de Mayo de 1808 en Madrid, 1908, pp. 810-811.

 

Fotografías de Carlos Viñas

 

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