MARIANO BENLLIURE. 150 ANIVERSARIO
CRISTO DE LA VERA CRUZ - VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)

Jesús Abades


 

 

El Santísimo Cristo de la Vera Cruz es una talla muy venerada en la villa jiennense, en el marco de la piedad penitencial, como titular de la cofradía de nazarenos del mismo nombre. Su advocación hace referencia al madero donde fue torturado y crucificado Jesús, y a la tradición de atribuir la invención de la verdadera cruz de Cristo a Santa Elena.

La imagen sustituye a una anterior, destruida en los sucesos de la Guerra Civil, de la que se conservan fotografías en las que puede apreciarse una escultura con caracteres propios del siglo XVI, retocada en época barroca para adaptarle peluca postiza y faldellín de telas naturales. Por guardarse en un domicilio particular, logró salvarse la cruz de la que pendía el Crucificado durante la procesión, obra labrada en plata repujada por los Talleres Meneses (1899) (1).

Al igual que ocurrió con el malagueño Nazareno del Paso, el encargo de la nueva talla a Benlliure se debió al prestigio del que gozaba el escultor en España tras la ejecución de varias obras religiosas de mérito. El Crucificado fue contratado a finales de 1941 y concluido el 28 de Abril del año 1942. De las gestiones se encargó el por entonces secretario de la cofradía, Juan de la Cruz Sánchez, gran admirador de la obra de Benlliure y que, en nombre de la hermandad, sólo puso como condición al artista que el tamaño de la nueva imagen debía amoldarse a las medidas de la cruz de plata existente (2).

Se trata de una efigie muy peculiar dentro de la serie de Cristos en la Cruz que realizó Benlliure, no sólo por su reducido tamaño motivado por la referida condición (140 cm), sino también por hallarse fijado al madero por tres clavos, en lugar de los cuatro habituales del escultor. Se le representa muerto, en el momento inmediatamente posterior a la lanzada. Presenta los grafismos típicos del maestro en esta iconografía que hemos podido analizar con su soberbio Cristo de la Expiración para Málaga: regueros de sangre muy escasos, añeja policromía, rasgos de marcado perfil hebraico, afanoso estudio anatómico y rostro concebido con gran dulzura y unción sagrada.

En este caso, además, Benlliure nos ofrece un magnífico trabajo de modelado al tallar la corona de espinas en el bloque craneal, quedando los mechones del lacio cabello entrelazados en las ramas. El escueto paño de pureza deja muy descubierta la cadera derecha. Llama la atención el abierto ángulo que forman los brazos, rectos y sumamente alargados en relación con el resto del cuerpo, detalle que el escultor compensa con una acusada flexión de las rodillas y una visión en diagonal de la obra mediante el recurso de la larga guedeja de cabello que cubre la mejilla derecha (3).

Tan interesante muestra de la plástica escultórica de Mariano Benlliure sale procesionalmente cada 3 de mayo por las calles de la localidad jiennense de Villanueva del Arzobispo.

 


 

BIBLIOGRAFÍA

(1) ALCALÁ SÁNCHEZ, Manuel. "El Santísimo Cristo de la Vera Cruz, obra del escultor D. Mariano Benlliure y Gil" en Datos para la Historia de Villanueva del Arzobispo, pp. 229-37.

(2) Ibídem.

(3) AYALA SAURA, Juan. "Escultura Religiosa de Mariano Benlliure" en Escuela de Imaginería, nº 35, Córdoba, Cajasur, 2002, pp. 21.

 

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