TIERRA BATIDA

María Antonia Ortega (11/05/2015)


 

 

En su camino de perfección la Santa de Ávila llega a la conclusión de que hablar distrae mientras que callar y obrar, el silencio y los hechos, no permiten apartar la atención de su verdadero centro.

Lo que se podría oponer a la tendencia durante los dos últimos siglos a elaborar múltiples teorías en muchos casos impracticables que han provocado frustración como en el caso de ciertas utopías que han asolado y desolado nuestro mundo, originado conductas erráticas, pobreza y un elevado número de muertos y exiliados; y enfrentarse a los excesos verbales dentro de la autodenominada era de la comunicación, que quizá será llamada todo lo contrario, Era de la Incomunicación, dentro de ya no mucho tiempo, pues no ha servido para construir el auténtico diálogo entre los seres humanos, sobre el cual debería apoyarse la representación actual del mundo, como sostienen las propuestas más valiosas de los hombres de pensamiento más lúcidos.

Falta de momento un buen guión, necesitamos el del dramaturgo genial, capaz de conducirnos a la concepción de la vida social como una obra que profundice en la Conversación, casi una Conversión de la misma que renuncie a la vana palabrería. Y la Contemplación no es otra cosa que atención total, como la de Teresa de Jesús que se consumía de celo por su amado.

Teresa de Ávila, Santa Teresa, Teresa de Jesús, Teresa de Cepeda y Ahumada, con sus hábitos de color castaño oscuro, chocolate, marrón por el Monte Carmelo, y su capa blanca, en recuerdo de que el profeta Elías tuvo una visión de la Virgen María sobre una nubecilla blanca, se me asemeja, todo perfil aguileño, a un ave con las alas ya sea plegadas o extendidas.

Y sin embargo no me recuerda exactamente su sensibilidad a la de María, que enjugó con sus lágrimas los pies de Cristo, del Dios vivo, sino también a la de Marta, muy ocupada con los quehaceres domésticos, y con las cosas de este mundo santificándolas, pues Teresa se me aparece entre los pucheros y fogones también como una Master Chef mística y contemplativa que de algún modo se adelanta a la sensibilidad del hombre espiritual de nuestro tiempo, uniendo Oriente y Occidente, y anticipándose a los valores del laicismo del que ya fue precursor el evangelio al aconsejar dar a Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar. Simone Weil también ha dignificado en su filosofía el trabajo manual.

Santa Teresa, madre espiritual de una de las grandes santas del siglo pasado en los crematorios de los campos de concentración, Edith Stein, se descalzó para sentir los accidentes del suelo, como los hippies, inaugurando una nueva idea de santidad. Y su vuelo llega a ser casi rasante, lo que implica todavía una tensión espiritual mayor, al no querer desprenderse completamente de la realidad material.

La mayor tensión se produce al acercarse a las personas y a las cosas y no al separarse de ellas.

Recuerdo en éxtasis a la Teresa esculpida por Bernini, a punto de desmayarse en el regazo del amado. Pero sin embargo sus consejos, sus ocurrencias, sus hallazgos, su dietario, poseen sentido práctico, están hechos a prueba de ensayo. No sólo están ideados para ser llevados a la práctica, sino que no se pueden concebir sin ella; como las partituras musicales, que no se hacen para ser leídas sino interpretadas, o los libros de recetas de cocinas. Así son los alimentos de Teresa para el espíritu. 

La vía de Teresa fue la de la soledad, aunque fuera la de la soledad en comunidad, pues sólo a través de ella se encuentra el camino de la gracia. La soledad es una predestinación. Lo que une a los seres humanos es el camino, nunca las ataduras ni las dependencias. 

 

Exposición colectiva y multidisciplinar Tierra Batida sobre la figura de Teresa de Jesús hasta el 8 de junio en el espacio El Butrón (Calle Butrón 7, Sevilla) Horario: lunes a viernes, de 19:00 a 21:00 horas. Artistas participantes en esta muestra de arte contemporáneo por orden alfabético: Magdalena Bachiller, Agustín Israel Barrera, Israel Caballero, Eduardo D´Acosta, Manuel Antonio Domínguez, Mariajosé Gallardo, José García-Valles, Victoria Gil, Lucas Gómez, Susana Ibáñez, Rafael López-Bosch, Cristina de Lorenzo, Aaron Lloyd, Gloria Martín, Javier Parrilla, José Antonio Reyes, Bea Sánchez, Daniel Silvo, Marina Vargas y Concha Ybarra.

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com