Una de las devociones españolas de mayor tradición es la de la Virgen del Rosario, patrona de tantos lugares de España, y titular de hermandades penitenciales y de gloria por toda nuestra geografía. Una de las imágenes más destacadas es la granadina, co-patrona de esta ciudad y venerada en su imponderable retablo y camarín de la iglesia de los Dominicos. Ésta es testigo de uno de los hechos más importantes de la historia de la nación, la batalla de Lepanto, en 1571, a la que fue llevada en su galera por el marqués de Santa Cruz, don Álvaro de Bazán.

Ello, unido a multitud de tradiciones que relatan hechos milagrosos, hizo que el pueblo granadino le profesase gran devoción, que cristalizó con su Coronación Canónica en 1951. Se han cumplido, por tanto, este año las Bodas de Oro de tan magno acontecimiento. Para celebrarlo, entre otros actos, su cofradía realizó una procesión extraordinaria por las calles de la ciudad, algo muy usual por otra parte en las hermandades andaluzas. “Casualmente” (no puedo resistirme a poner comillas ante la casualidad) un grupo de Izquierda (no es porque sea de esta tendencia política por lo que lo pongo, sino porque ellos mismos se hacen llamar así) llamado “Democracia Real Ya” (más comillas, porque de este sistema político han demostrado no saber nada), tenía convocada una manifestación desde la plaza de la Caleta para terminar en la de la Reina Isabel la Católica.

Todo bien, la procesión por su lado, los manifestantes por otros, y aquí paz y después gloria. Pero parece que algunos de estos últimos se sentían imbuídos del espíritu de los anarquistas del XIX, o de los incendiadores de iglesias de los años treinta del XX. Así que, queriendo hacer historia y creyéndose los sucesores de la Pasionaria, tomaron la plaza de la Reina esperando la procesión. Lo sucedido fue desagradable, dantesco, todo un atropello a las libertades democráticas de los españoles. Estos perroflautas de diseño, de los que dicen “papá dame dinero que me voy a hacer la revolución” comienzan a gritar consignas ante la llegada del cortejo tales como: “la violencia la usan ellos”, “lo llaman democracia y no lo es”, “menos crucifijos y más trabajo fijo”, “muerte al fascismo”, “corred detrás del cacho maera”... Esas son las lindezas que se escuchan perfectamente el vídeo colgado en youtube, del que les dejo el enlace para que ustedes mismo lo comprueben. http://www.youtube.com/watch?v=_TpM5rKgkzk

Esta gentuza indignante, estos mamarrachos impresentables, estos estúpidos, violentos, terroristas, fascistas, stalinistas, pero sobre todo incultos, que en su puñeterísima vida han leído un libro, no representan en absoluto lo que son los ideales de izquierda. Yo me eduqué en un barrio obrero, de mayoría votante a esta tendencia, y jamás vi insultos a los que nos dirigíamos a la parroquia a rezar, jamás vi desacatos a las procesiones, jamás vi faltas de respeto a las personas que pensaban de otro modo, porque sobre todo, cuando yo era pequeño, la izquierda española, se había criado en una dictadura y sabía bien lo que era la intolerancia.

La verdad es que no dejan de sorprenderme las frases que han empleado:

 

-“La violencia la usan ellos”. ¿Qué violencia? ¿La de sacar un paso? ¿La de llevar una labor asistencial en todos los barrios de las ciudades españolas donde no llega ni siquiera el Gobierno? ¿La de ir a las misiones arriesgando la vida a cada segundo por salvar las de los demás?

-“Lo llaman democracia y no lo es”. ¿Dónde está la democracia? ¿En Cuba, donde se arresta y asesina a disidentes del régimen, homosexuales y todo aquel que no esté deacuerdo con el mismo? ¿En Corea del Norte, con su republicano presidente hereditario que ejerce su dictadura del proletariado pisoteando al resto de la ciudadanía? ¿En Libia, con los resultados que todos conocemos? ¿En Irán?

-“Menos crucifijos y más trabajo fijo”. Esto ya es poco menos que humorístico. ¿Por qué no se manifiestan ante las sedes de esos nidos de corrupción que son los sindicatos que han vendido a la clase obrera ante su servilismo al gobierno? ¿Por qué no se manifiestan delante de la casa de Griñán o el Congreso de los Diputados con nuestro ínclito presidente Zapatero? ¿Qué tiene que ver una procesión? ¿Se han hecho E.R.E. también a sus hermanos? Que vengan a explicármelo porque no entiendo absolutamente nada. ¿Creen ustedes que una persona parada, con hijos que alimentar y una hipoteca que pagar sin tener con qué, tiene en la cabeza atentar contra una imagen mariana? ¿Por qué no se manifiestan delante de los banqueros, constructores e inmobiliarias que han provocado mayormente la crisis? Pues porque, sencillamente, ellos no tienen esos problemas, para eso ya está papá y mamá que se han beneficiado de los que ellos están ahora protegiendo.

-“Muerte al fascismo”: ¿Vivimos en los años 30? ¿Saben estos piojosos de diseño que el fascismo como tal es una doctrina atea? ¿No saben que el papa Pío XI, en su encíclica Con Encendida Preocupación, condenó el nazismo y que Hitler incauta y destruye estos documentos? ¿No saben estos analfabetos que este mismo papa, a su muerte, estaba preparando más documentos contra el nazismo? ¿No saben que la Iglesia fue perseguida por Hitler y sus esbirros? El fascismo implica el totalitarismo, la supresión del resto de las ideas que no sean las del partido, la aniquilación del libre pensamiento y, por supuesto, actuaba de manera violenta instaurando un régimen de terror, precisamente lo que este grupo estuvo haciendo, al no respetar la pluralidad de pensamiento, la libertad religiosa, así como la de expresión, reunión y manifestación. O sea que son justamente a lo que ellos desean la muerte, unos fascistas infames, palabra que detesto usar. Son sencillamente los nuevos inquisidores de las hogueras laicas.

-Y lo del “cacho maera” es ya para desternillarse. ¡Cuántas obras de arte han hecho desaparecer este tipo de individuos! Y lo que es peor ¡Cuantas vidas segadas en nombre de la libertad! No es que me de miedo, pero sí miro con encendida preocupación la escalada de anticlericalismo que estamos viviendo en España desde el pasado año, con ejemplos como la profanación de la imagen de Jesús del Gran Poder en Sevilla, las pintadas en las iglesias de “arderéis como en el treinta y seis”, la reciente decapitación de dos esculturas góticas de la parroquia de San Esteban en Burgos, la profanación a la capilla de la Universidad Complutense de Madrid, la quema de la puerta de una iglesia en Sarriá, y ahora esto.

 

¿Qué está pasando? ¿A qué jugamos? Yo era de los que, hace unos años, pensaba que todo eran exageraciones de los sectores católicos más radicales. Hoy, no puedo dejar de pensar que algo debe haber cuando se producen tantos atropellos contra la libertad religiosa, el patrimonio artístico y la propia Constitución española. Espero que nuestras autoridades sepan poner fin a estos hechos y que por el bien de todos, no se produzcan más.

 

Nota de La Hornacina: en primer lugar, recordarles que La Hornacina no se responsabiliza ni necesariamente comparte las opiniones vertidas por sus colaboradores en la Web. Por otro lado, para aquellos que lo desconozcan, informarles que, tal y como informó ABC el pasado 17 de Mayo, desde la Archicofradía del Rosario se reconoció que un representante del movimiento "Democracia Real Ya" en la capital granadina se puso en contacto con la corporación para manifestarle "su desvinculación de cualquier acto de confrontación con los cofrades y asistentes a la procesión, condenando firmemente las proclamas despreciativas que algunas personas profirieron a título individual". Además, en un comunicado, la archicofradía agradeció "este gesto de acercamiento de la organización, habiéndose producido así un diálogo en el que hemos puesto de relieve, por encima de todo, una común valoración de toda actitud pacífica y de respeto hacia las creencias religiosas así como a la libre expresión de las mismas".

 

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