EL ARTE COMO HERRAMIENTA PARA LA SALUD MENTAL

Mario Melero y Jesús Abades (18/06/2023)


 

 

Desde hace unos años, instituciones como el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) o el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza llevan a cabo diversas acciones destinadas a explorar las potencialidades del arte como herramienta para disfrutar de sus beneficios terapéuticos y emocionales. Las obras de arte se convierten así en activos de salud que, además, rompen barreras sociales, económicas, de conocimiento, etcétera, y refuerzan su dimensión social para acoger a todas las minorías que conforman la realidad social.

En una época en la que se han disparado las tasas de suicidio y de diagnósticos de enfermedad mentales, debido a varios factores sociales, instituciones como las anteriores comprueban tanto si los museos, como ambientes no sanitarios, pueden ser centros de tratamiento de algunos padecimientos -caso de la depresión o el estrés postraumático- como si las ventajas del arte pueden aportar al paciente más satisfacción y mejora en su calidad de vida. El objetivo, en definitiva, es poner en práctica las evidencias científicas de los beneficios del arte en la salud y que estos puedan ofrecerse de forma pública a las personas que se atiendan en un futuro.

Además de las instituciones, los nuevos autores contribuyen con sus creaciones a tales propósitos. Es el caso del escultor granadino Mario Melero Jiménez con su obra SEROTONINA, una escultura realizada en madera de cedro y rematada por una peana de color crema. La idea de diseño que se ha propuesto es clara: representar un dolor y agobio internos, ese momento límite en el que la persona desea salir de los pensamientos caóticos originados por la depresión. Para ello, el artista ha plasmado estos sentimientos en un busto donde se representa a sí mismo, una manera de conectarse materialmente con los sentimientos de la gente que lo contempla.

 

 

La depresión durante años ha sido un tema tabú, pero no por ello menos importante. Cada año se suicidan más de 700.000 personas, una cifra que refleja la gravedad de esta enfermedad. El mensaje que se pretende dar en esta obra es la necesidad de no acumular los sentimientos negativos, de abrirnos, aceptar las ayudas, luchar internamente y vencer a la enfermedad. Esta obra está realizada para la contemplación de un público amplio ya que su objetivo es difundir el mensaje a todos los usuarios posibles.

Frase propia para esta figura: "El arte es un factor muy importante en la vida, capaz de dar un mensaje sin la necesidad de dar o leer una explicación para que cobre sentido. Sé que hay mucha gente identificada con esta obra, que están pasando por ese mismo momento o comenzando. Quiero decirles que sean mi obra, que luchen y derroten a esta horrible enfermedad, porque son únicos en el mundo, con un valor que nadie va a poder igualar. Nadie es perfecto, para mi lo perfecto es lo imperfecto porque aburre,no llena, no da información, no es real. Lo imperfecto en cambio llena, da información y siempre tendrá algo nuevo que dar o enseñar. Por eso mismo hay que aceptarnos tal y como somos y vivir sabiendo que nuestras imperfecciones nos hacen únicos".

Melero y otros artistas participan con estas piezas a fomentar la inclusión, luchar contra el aislamiento social y mejorar la salud mental. Iniciativas que conectan con las de museos como el Thyseen o el MNAC a la hora de contactar con expertos en salud mental que tienen relación directa con sus programas que difunden el arte y la cultura como herramientas para el bienestar y que forman parte de propuestas educativas puestas en marcha con el objetivo de reflexionar acerca del papel de la educación en museos desde la contemporaneidad.

 

 

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