15 AÑOS DE LA HORNACINA. MANIFIESTO

Sergio Cabaco y Jesús Abades (31/12/2020)


 

 

El pasado 8 de septiembre cumplimos 15 años en Internet. 15 años de un proyecto online lleno de ilusión que nació de la iniciativa privada y voluntaria más genuina para ofrecer un portal participativo sobre el mundo del arte que acabó convirtiéndose en una realidad con sólidas raíces y en un referente para todos los que creen en la creación artística y en la salvaguarda del patrimonio como pilares de desarrollo vital y estabilidad social.

Ni que decir tiene que, 15 años después, La Hornacina sigue manteniendo el mismo compromiso con nuestros internautas y con los artistas vinculados, de una forma u otra, con este proyecto, sobre todo con la generación de jóvenes creadores que ha crecido alentada por sus publicaciones. Por todos ellos y los que vendrán, queremos seguir sumando propuestas para lograr una sociedad donde el arte contemporáneo de calidad mantenga su pujanza y el valor del arte clásico sea puesto en valor y no mermado por la codicia o la ignorancia.

Lamentablemente, en los últimos años estamos viviendo una alarmante espiral de destrucción que ha supuesto un notable retroceso en la protección de ese patrimonio artístico tan frágil y vulnerable, cuyos derechos, aunque siempre han sido insuficientes, le han costado a un buen número de conservadores de todo el mundo varios siglos de lucha y sacrificio de cara a su conquista.

Somos conscientes de que la violencia y la indiferencia hacia el arte, malinterpretado según los vaivenes sociales como un símbolo a erradicar, han estado siempre presentes en nuestra sociedad, pero también queremos alzar la voz contra esa violencia que ha tomado carácter institucional e incide directa o indirectamente en su preservación, o mejor dicho en la falta de ella, bien a través de su pérdida mediante la especulación, el turismo masivo o, en los últimos meses, los recortes presupuestarios derivados de la crisis sanitaria que vivimos.

Si nos preguntamos por qué continúa perpetuándose la degradación del arte, nos quedamos principalmente con tres motivos: el desprecio de los gobiernos hacia los artistas y el patrimonio, pese a que en muchos casos son utilizados como reclamo con vistas a un cuestionable lucro; la falta de ayuda con las que cuentan, lo que genera situaciones de desamparo y riesgo, y la inexistente sensibilización en los centros educativos, donde la importancia de las manifestaciones artísticas queda en segundo plano o es directamente ninguneada.

 

 

Por todo ello, hacemos nuestras las reivindicaciones tomadas por otras entidades en defensa de los profesionales y los bienes culturales y exigimos que se trate el abandono y las agresiones que padecen como un problema prioritario, para lo cual es necesario un mayor tratamiento mediático a nivel general, con campañas que por nuestra parte no dejaremos de incrementar pero que no deben quedarse solo en el ámbito especializado.

Asimismo, reclamamos planes educativos reales, no solo para los jóvenes sino también para los mayores que no tuvieron en su momento opción alguna a ello, siempre con recursos y personal debidamente instruido. También una dotación presupuestaria suficiente para que el crowdfunding no justifique una falta de implicación institucional, así como una mayor atención a los monumentos y obras de arte, especialmente en los espacios despoblados, con el fin de evitar su ruina y su saqueo por expoliadores.

No podemos olvidar tampoco la evaluación del impacto que siguen produciendo las restauraciones inadecuadas, en las que la incultura, la cicatería y el intrusismo cobran especial protagonismo. Un importante obstáculo a combatir cuya respuesta nunca debe ser la justificación y el silencio en base a un "embellecimiento" que en todos los casos es ficticio y afecta a la colectividad en su conjunto. Que nadie sea cómplice de ello, ya que nuestro reto social debe ser avanzar para convertir la reivindicación patrimonial en un propósito activo.

Por último, no queremos ser pesimistas ni agoreros, menos aún en este aniversario cuya celebración nos hubiera gustado acompañar con actos presenciales si las restricciones por la pandemia no nos lo hubiesen impedido. Ya habrá tiempo para ello. Queremos acabar reconociendo el trabajo asociativo realizado hasta hoy, a lo que La Hornacina ha querido añadir sus granitos de arena a lo largo de estos 15 años, que se han hecho muy cortos, y compartir con vosotros el orgullo que supone contar con vuestro seguimiento y confianza. Muchas gracias.

 

Fotografías de Santiago Rodríguez López

 

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