AMANECER DE LOS MUERTOS

Carmen de Tortosa


 

 

La falta de respuesta progresista a la crisis económica, el empeño de los partidos gobernantes en la Unión Europea en imponer grandes recortes al estado del bienestar y la exigencia de enormes sacrificios a las clases más desfavorecidas de la sociedad, están dando alas a los populismos. Populismos que, en el caso de Francia e Italia, se relacionan directamente con las ideologías nazis o fascistas.

Pero más grave aún es la situación en Grecia, donde un partido extraparlamentario de ideología... bueno más bien de la anti-ideología, ha pasado del 0,2% al 7% de los votos, consiguiendo 21 escaños en el caótico Parlamento griego todavía sin definir. Y es aún más preocupante por su acentuado racismo, xenofobia y homofobia, haciendo llamadas, por ejemplo, a los disparos o a la colocación de minas para evitar la entrada a los emigrantes, a los que culpa de todos los males del país. Y lo que es más preocupante: la extrema violencia con la que se viene desenvolviendo.

Un ejemplo claro fue la rueda de prensa organizada tras las elecciones legislativas, en la que un grupo de matones obligaron a los periodistas presentes a levantarse de sus asientos mientras el líder de tan ilegalizable tropa entraba en la sala. Solo hubo una periodista que mantuvo la dignidad y no se levantó mientras era increpada y amenazada, hasta que al final fue expulsada de la sala.

Los periodistas no pueden permanecer impasibles ante conductas violentas de este tipo. La respuesta es no cubrir ningún tipo de actos de estas organizaciones neonazis, actos que la sociedad en general tampoco debe permitir. La sentada a modo de protesta unos días después fue estimable, aunque no suficiente.

No es la primera vez que esto sucede: el advenimiento del nazismo alemán y el fascismo italiano, vino precedido de una fuerte crisis económica que líderes populistas utilizaron para imponer sus regímenes totalitarios. Eso es lo que deben tener en cuenta los gobernantes europeos, pues la persistencia en las políticas de ajuste duro abre las puertas a los más reaccionarios movimientos totalitarios en Europa.

Si los partidos presuntamente alejados del populismo no tienen propuestas coherentes para salir de la crisis y no se oponen con rotundidad a las políticas de ajuste duro de los gobiernos europeos, contribuyen también al acceso de estos movimientos totalitarios. No solo nos jugamos el modelo de salida de la crisis económica, sino también el modelo político futuro y las libertades en la Unión Europea.

 

Nota: La Hornacina no se responsabiliza ni necesariamente comparte las opiniones vertidas por sus colaboradores.

 

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