ZURBARÁN. ACTAS DE LAS XV JORNADAS DE HISTORIA DE FUENTE DE CANTOS

Francisco Zarandieta Arenas (10/02/2016)


 

 

Durante los días 7 y 8 de noviembre de 2014 la Asociación Cultural Lucerna y la Sociedad Extremeña de Historia organizaron las XV Jornadas de Historia de Fuente de Cantos, con el objetivo de conmemorar el 350 aniversario del fallecimiento de Francisco de Zurbarán, ocurrido en Madrid en 1664. Los trabajos presentados en esas Jornadas se han recogido ahora en las Actas, coordinadas por Felipe Lorenzana de la Puente y Rogelio Segovia Sopo, que han sido maquetadas e impresas en Gráficas Diputación de Badajoz, y muestran en su portada un diseño, original de Antonio Haro, realizado a partir de la obra Crucificado, con un Pintor del maestro de Fuente de Cantos, la misma imagen que se utilizó en la cartelería que anunciaba dichas Jornadas. El libro se abre con sendas intervenciones del Alcalde de Llerena y, entonces, Presidente de la Diputación de Badajoz, Valentín Cortés Cabanillas, y de la Alcaldesa de Fuente de Cantos, Carmen Pagador López. En sus discursos ensalzaron la figura del pintor barroco nacido en Fuente de Cantos, y alabaron la labor investigadora y la excelencia personal de Odile Delenda, a la que el ayuntamiento fuentecanteño, honrándose a sí mismo, honró a la gran hispanista con la distinción de Hija Adoptiva de Fuente de Cantos.

En las Actas se recogen las tres ponencias y doce comunicaciones que se leyeron en noviembre del pasado año. La primera ponencia estuvo a cargo de Odile Delenda, con el título "Zurbarán en la hora actual". Delenda ha dedicado buena parte de su vida a estudiar la pintura española del Siglo de Oro (Velázquez, el arte español de la Contrarreforma...), pero, desde que participó en la organización de las importantes exposiciones sobre el pintor de Fuente de Cantos, en el MET de Nueva York, en 1987, y al año siguiente, en el Museo del Prado, su interés por Zurbarán ha sido tal, que no ha habido, en estas casi tres décadas, ningún acontecimiento importante sobre este artista en que no haya estado presente con aportaciones notables y estudios relevantes. El trabajo paciente, exigente, entregado y generoso de la autora, que ha paseado el nombre de Zurbarán y de Fuente de Cantos por todo el mundo del arte, la han hecho acreedora con méritos suficientes al reconocimiento de la villa que alumbró al "pintor de la vida monástica", y ella no podía faltar a esta cita en la que, una vez más, aporta interesantes reflexiones acerca de los estudios recientes que se han hecho sobre Zurbarán. Su trabajo está dividido en tres apartados. Pasa primero revista a las novedades biográficas sobre la vida de Zurbarán y sus familiares, aparecidas en archivos extremeños, gracias a las cuales conocemos mejor su vida, su entorno y su obra. Más tarde, comenta ampliamente la elaboración del catálogo razonado y crítico de Francisco de Zurbarán; su monumental obra, en dos volúmenes que supone un gran esfuerzo de purificación de la obra zurbaranesca, investigando pacientemente, obra a obra, la iconografía de sus pinturas, para delimitar aquellas creaciones nacidas de las manos del maestro, de las otras que salieron de su obrador, bajo su riguroso control pero de los pinceles de sus oficiales, algunos de los cuales han sido identificados por la propia doctora Delenda. En tercer lugar, enlazando con la publicación del citado Catálogo razonado, la autora presenta unos nuevos lienzos que han venido a completar y enriquecer la obra completa del pintor extremeño.

La segunda ponencia, presentada por el conservador Ignacio Cano Rivera, del Museo de Bellas Artes de Sevilla, con el título "Zurbarán, creador e intérprete de imágenes", analiza la obra de nuestro pintor en cuanto a sus aportaciones iconográficas, no sólo en la renovación de imágenes tradicionales, sino en la invención de otras, acordes con su tiempo y con su fina sensibilidad. Esta sensibilidad procede, según el autor de esta ponencia, de una doble influencia, la pintura hispano flamenca (la Virgen coronada como reina, las santas vestidas como personas de la corte, las "santas infancias"... iconografías aceptadas y adaptadas por Zurbarán), y la pintura sevillana de su tiempo (el tratamiento de la luz, la creación de espacios arquitectónicos...). Tomando como punto de partida el seguimiento de las directrices del Concilio de Trento, el autor va analizando la iconografía de las series de lienzos sobre la vida de un santo, el esquema del Crucificado, así como el de las Purísimas, que responden al movimiento en defensa de la Inmaculada Concepción de María, adornada a ambos lados de su figura por los símbolos marianos de las letanías, del Cantar de los Cantares o del Ave Maris Stella, las figuras de los santos en actitud mística, la representación de la Santa Faz, la del Cordero...

Las "Santas de Zurbarán y el concepto de persuasión en el siglo XVII", es el tema que desarrolla el doctor Benito Navarrete Prieto, profesor titular de la Universidad de Alcalá de Henares, en la tercera ponencia de las Jornadas. Aspecto bien conocido por el doctor Navarrete, que fue el comisario y autor del catálogo de la Exposición que con un título parecido al de su ponencia se celebró en Sevilla en el año 2013. Se trata de uno de los temas más característicos de Zurbarán, que fue ampliamente repetido, por sus discípulos e imitadores, y demandado por clientela principalmente femenina. El pintor de Fuente de Cantos las puso de moda para persuadir a los fieles y mover su fe, mostrándolas a las puertas del cielo elegantemente ataviadas y sin el más leve asomo de dolor o sufrimiento, ante la muerte, a veces en el martirio. Ensalzadas, pero también criticadas por los sectores más conservadores de la Iglesia, su atractivo residió en su individualización física, siendo "retratos a lo divino". El autor, excelente conocedor de las fuentes grabadas del siglo XVII, realiza en su ponencia interesantes paralelismos entre los lienzos de nuestro pintor y los grabados de Durero y otros; o la asociación de estas obras con autos sacramentales o comedias de santos. Las telas, el gesto, la pose, las manos levantadas, el mirar a los cielos... son aspectos que movían a la devoción de los fieles que contemplaran a estas figuras femeninas, con las que el pintor de Fuente de Cantos consiguió interpretar de una manera peculiar la santidad y -como señala el autor- "traspasar los límites de lo divino para descender a lo mundano".

 

 

El doctor Felipe Lorenzana de la Puente, cronista oficial de Fuente de Cantos y presidente de la Sociedad Extremeña de Historia, abrió el turno de las comunicaciones (y también lo cierra) con sendos artículos que relacionan íntimamente al pintor y a su tierra. En el primero de ellos, se analiza la situación de su villa natal, la fuente y los cantos que lo vieron nacer. Lorenzana divide su comunicación en dos apartados: en el primero, "Zurbarán y su entorno", después de lamentar la escasez de documentación que existe en la villa sobre el pintor, hace un recorrido exhaustivo sobre su ascendencia familiar, para remarcar cómo la herencia familiar del oficio paterno, su mentalidad mercantil, fue una de sus señas de identidad. En el segundo apartado, "Fuente de Cantos en torno a 1664", traza la visión demográfica, social, económica y espacial de la villa, que permiten las fuentes, a partir del Padrón de 1666, comparándolo con el de 1625, para analizar los cambios y las permanencias habidos en la villa. Completa la comunicación con el análisis de un motín antiseñorial ocurrido a los pocos años del fallecimiento del pintor, que muestra otra característica más del Fuente de Cantos que le vio nacer.

Otras comunicaciones tratan sobre el entorno en que se desarrolló la vida de Zurbarán o distintos aspectos de su temática pictórica. Así el doctor Andrés Oyola Fabián presenta a un contemporáneo del pintor, Juan Escobar del Corro, nacido igualmente en Fuente de Cantos, que fue fiscal en los tribunales de la Inquisición de Llerena, Córdoba y Zaragoza y que terminó formando parte del Consejo Supremo del Santo Oficio, siendo persona muy valorada por sus estudios acerca de los estatutos de limpieza de sangre. El doctor Oyola realiza una semblanza biográfica del personaje, señala sus principales obras y traduce el prólogo y comenta especialmente su Tractatus Bipartitus, que tenía como objetivo el explicar y criticar los abusos permitidos en la Real Pragmática de Felipe IV de 10 de febrero de 1623 sobre actos positivos de nobleza y limpieza de sangre. Decía Caro Baroja, "Juan Escobar publicó el tratado más sistemático de cuantos conozco acerca de la pureza de sangre". Con esta comunicación ha llegado hasta nosotros la voz de un fuentecanteño contemporáneo de Zurbarán.

El abogado e historiador Antonio Manuel Barragán-Lancharro estudia la partida matrimonial de los padres de Zurbarán, que hallara en el Archivo Parroquial de Monesterio en el año 2000, y que presentara originariamente en las I Jornadas de Historia de Llerena. Este hallazgo ha permitido conocer mejor el pasado familiar del pintor, porque las partidas de matrimonios aportan una información algo más extensa que la de los otros datos sacramentales. La madre de Francisco de Zurbarán, Isabel Márquez, y los padres de ella eran naturales de Monesterio, y Barragán-Lancharro realiza un exhaustivo estudio genealógico de esta familia durante cinco siglos, que aporta datos profesionales y sociales, hasta llegar a descendientes actuales entre los que se encuentra el pintor de nuestros días, Eduardo Naranjo, circunstancia que se resume en dos árboles genealógicos que aparecen como anexos al texto.

Francisco Javier Mateos Ascacíbar, archivero bibliotecario en el Ayuntamiento de Llerena, presenta su comunicación sobre "Arturo Gazul en el entorno de la figura de Francisco de Zurbarán". En la introducción ya avanza el tema central de su trabajo, cual es el estudio de la reivindicación que hizo Gazul de la figura y la obra de Zurbarán como extremeño y como pintor de carácter extremeño. Esta labor fue a contracorriente de los tiempos en que vivió, tanto en los años 20 cuando el regionalismo se afianzaba en el pasado extremeño, como en la etapa franquista, en la que dominaba el presentismo; porque para Gazul su empeño sería siempre un futuro mejor. Tras una breve pero completa biografía de Gazul, en la que destaca su vocación periodística, al servicio siempre de los lectores, y sus conexiones con el regionalismo extremeño, se analizan los artículos que publicó en la prensa regional y nacional sobre Zurbarán. Las distintas etapas de su labor periodística e investigadora quedan caracterizadas por unos años prometedores, anteriores a la Guerra Civil, cuando los temas que desarrolla tienen como objeto la divulgación de la vida y obra del pintor extremeño; después, un tiempo complicado y de renuncia, en la década de los años cuarenta, cuando a lo anterior añade la investigación sobre lo desconocido de su biografía, se retrae de la prensa y busca en los archivos de Llerena datos sobre la biografía de Zurbarán. En este apartado, a Francisco Javier Mateos hace una defensa clara y rotunda del patrimonio documental de nuestros archivos, denunciando las malas prácticas que han llevado, y llevan, a la mengua de la documentación o a la imposibilidad de su consulta. Finalmente, en una tercera etapa, Gazul vuelve desde Barcelona a su actividad periodística, y en los años cincuenta escribe seis artículos sobre Zurbarán en el Noticiero Universal y en el diario extremeño HOY. En conclusión, Arturo Gazul reivindicó la vida del pintor en Extremadura y la influencia que esta tierra tuvo en el misticismo y realismo de los personajes de sus cuadros.

 

 

José Gámez Martín, Numerario de la Academia Andaluza de la Historia, estudia la relación entre Francisco de Zurbarán y la Compañía de Jesús, analizando el cuadro "La visión de San Alonso Rodríguez" bajo las rúbricas de santidad, plástica y reforma. El autor describe con breves pero atinados trazos la biografía de este hermano lego, nacido en Segovia en 1532, que ejerció en Palma de Mallorca de portero de un convento, donde transmitió un mensaje de fe, humildad y santidad. En la isla falleció a los 85 años de edad, y es Patrón de Mallorca. El autor de la comunicación se plantea algunas interrogantes sobre el encargo y el destino del lienzo que pintó Zurbarán, aportando una serie de documentos, con una hipótesis distinta a la tradicional que sostiene que la obra fue encargada por los jesuitas para el culto en su Casa Profesa de Sevilla. Para Gámez, existe la posibilidad de que no fuese realizada para la citada Casa Profesa, sino para otra residencia, o que incluso fuese encargada por una familia particular con destino a otro lugar. Analiza en profundidad el lenguaje artístico del cuadro, lleno de simbología, destacando que se trata de una de las primeras manifestaciones en el mundo religioso de la devoción a los Sagrados Corazones de Jesús y María, en esa visión espiritual de Alonso Rodríguez. Una última cuestión se plantea en la comunicación: la ausencia de otros encargos al pintor extremeño por parte de los jesuitas, lo que pudiera interpretarse desde el punto de vista de las rivalidades artísticas o de la política religiosa, al haber trabajado Zurbarán para los dominicos.

El doctor Pablo Jesús Lorite Cruz, experto en iconografía e iconología, muestra sus conocimientos en la comunicación "Liturgia estricta en la iconografía de la pintura de Francisco de Zurbarán", demostrando, a través del estudio de sus obras, cómo el maestro de Fuente de Cantos fue un gran conocedor de la liturgia, bien porque fuera un gran observador de las actitudes y formas de vida de los frailes con quienes pasó tantas horas de su vida, o bien porque le asesorara algún teólogo. En cualquier caso, no se permitió ninguna licencia, ni distracción, en el uso de los objetos litúrgicos, como sí hicieron otros pintores de su época. El autor, con gran precisión y conocimientos, va pasando revista a una gran colección de cuadros en los que se aplican, de manera perfecta y realista, los diversos ritos de sacramentos y sacramentales de su tiempo, basados en los decretos del concilio de Trento: vestiduras, colores, túnicas, escapularios... Aunque Zurbarán hiciera un considerable uso de la estampa, sus lienzos demuestran ese cuidado exquisito con la liturgia que hace que su paleta refleje no solo una grandiosa y única técnica de colores y tonalidades, sino la utilización estricta de lo que marcaba el acto litúrgico que en cada momento se estuviera desarrollando.

Dos miembros de la Asociación Histórico Cultural Maimona, Ángel Bernal Estévez y Manuel Molina Lavado, buscan a Zurbarán en el cuadro de La Huida a Egipto de la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles de Los Santos de Maimona. Se trata de una obra de autoría desconocida, que pudiera atribuirse a Zurbarán. Los autores describen el lienzo, señalan las pocas noticias históricas que se tienen sobre el mismo, exponen las intervenciones restauradoras que se le han hecho, incluyendo los informes técnicos que se aportaron, y algunos dictámenes de especialistas en la obra de Zurbarán. Se establecen analogías y diferencias con otras obras del mismo autor y de tema semejante, y sobre su autoría consideran que, a su juicio, se trata de una composición salida de la mente creadora de Zurbarán, con la misma composición, figuras y color que otras autentificadas, si bien habría que dilucidar si él fue su autor, salió de su taller o lo realizó alguno de sus imitadores. Finalmente, consideran que habría que seguir investigando y aplicando, con la tecnología actual, algún tipo de análisis sobre las fotografías realizadas antes de la intervención en el cuadro o diseccionando el propio cuadro desde su situación actual hasta su pintura original; porque, aunque la restauración efectuada ha empobrecido el original, les parece que detrás de este lienzo está el maestro de Fuente de Cantos.

Los doctores José Miguel Cobos Bueno y José Ramón Vallejo Villalobos, profesores del Área de Historia de la Ciencia de la Universidad de Extremadura presentan una comunicación titulada "Simetría y geometría en la obra de Francisco de Zurbarán". Tras una introducción en la que se extienden en examinar la noción de simetría, para demostrar la complejidad de este concepto geométrico y la dificultad de su aprendizaje; y su utilización en las obras de arte; pasan a analizar los esquemas simétricos en la obra de Francisco de Zurbarán, ejemplificados en el estudio de algunos ejemplos cargados de simbolismos, significados místicos y fuerza plástica, que revelan un conocimiento profundo de la simetría por parte del pintor extremeño. Así, entre otros, el esquema dual, en sus Crucificados; el esquema triple, con el Cristo crucificado, San Juan, la Magdalena y la Virgen; y el esquema en cuadrantes, con la Apoteosis de Santo Tomás de Aquino. Concluyen, señalando que Zurbarán utilizó en su obra la simetría y la geometría como técnicas pictóricas, lo que da una gran complejidad técnica a sus lienzos; y sorprende que no se conozca de dónde obtuvo esta formación académica tan específica, puesto que del contrato de aprendizaje firmado, en 1614, a instancias de su padre con Pedro Díaz de Villanueva, "pintor de imaginería", no se deduce que obtuviera tales conocimientos.

 

 

Miguel del Barco Díaz, profesor del Conservatorio Oficial de Música de Cáceres, escribe sobre "La música en la España de Zurbarán", para desmentir la idea tradicional del aislamiento de la música barroca española respecto a la europea y su menor calidad en comparación con la de otros países. Para ello, hace un recorrido por las formas musicales de la música profana y de la religiosa; estudia los instrumentos más empleados; y cita algunos de los compositores más destacados de este periodo. Al analizar la música profana del Barroco se detiene especialmente en la música escénica, en los denominados tonos humanos, en alusión a cualquier pieza vocal sobre texto profano, que venían a constituir los entremeses que se interpretaban en los cambios de escena; en la música religiosa, junto a los tradicionales motetes, misas, o villancicos, aparecen piezas de origen extranjero, como las cantatas y otras para voces solistas, conocidas como tonos divinos. Será en el estudio de los instrumentos donde el autor enlaza con la pintura de Zurbarán, para señalar en dos de sus composiciones, La adoración de los pastores y la Tentación de San Jerónimo, la presencia de instrumentos de cuerda pulsada, como el laúd, el arpa o la guitarra, generalmente tañidos por mujeres. Aparte, nombra los principales instrumentos de las capillas musicales, como el órgano, que era el principal; los instrumentos de viento (bajones, flautas, chirimías), y, al lado de los de cuerda pulsada, los de cuerda frotada, como los violones. El texto termina con unas breves alusiones a los compositores más destacados de la época, Juan Hidalgo, José Marín, Sebastián Durón, Gaspar Sanz, Bartolomé de Selma y Salaverde, Francisco Correa de Araújo y Pablo Bruna; y en la música colonial, Gaspar Fernández, Juan de Araújo, y Tomás de Torrejón.

El artículo de Francisco Javier Rodríguez Viñuelas, Cronista Oficial de Bienvenida, trata sobre "La cerámica en la pintura de Zurbarán". La pintura, señala su autor, en especial la escuela sevillana del siglo XVII, por su realismo constituye una fuente fundamental para el estudio de la vida material de la época, y, de modo particular, para el estudio de la cerámica, en cuanto a las tipologías y su evolución; siendo un aspecto complementario al propiamente arqueológico. Las circunstancias históricas del siglo hicieron de Sevilla un gran centro de producción ceramista no sólo para el consumo urbano y de su zona de influencia, sino para el mercado de las Indias y el abastecimiento de las propias flotas que surcaban el Atlántico; y esta coyuntura atrajo a la ciudad hispalense a ceramistas europeos que llegaron con nuevas técnicas artesanales y empresariales. Rodríguez Viñuelas expone también los factores que posibilitaron que el histórico arrabal de Triana se convirtiera en un importante centro ceramista. Un recorrido exhaustivo por la obra del pintor de Fuente de Cantos nos muestra la presencia y la tipología de la cerámica representada en sus lienzos. Tipología que el autor desgrana con perfecto conocimiento del tema, distinguiendo las cerámicas para el consumo de agua, sean las "alcarrazas" blancas, de tradición andalusí, o los "búcaros de Indias", de color rojizo, más lujosos, importados de allende el océano; por otro lado, las porcelanas, muy demandadas por la aristocracia sevillana, importadas de Oriente; y, finalmente, las "lozas" o mayólicas, siendo las más comunes el plato y la escudilla, cerámicas de mesa de gran variedad, sea Blanca Sevillana, Azul Lineal, Azul Figurativo o Azul sobre Azul. El trabajo concluye con un interesante anexo gráfico, donde se exponen las cerámicas que aparecen en los cuadros de Zurbarán y sus paralelos contemporáneos obtenidos en diversas excavaciones arqueológicas.

José Ángel Calero Carretero y Juan Diego Carmona Barrero, pertenecientes a la Asociación Histórica de Almendralejo, presentan un estudio muy ligado al anterior, por analizar las piezas de la alfarería tradicional presentes en un género pictórico de gran tradición, como es el de los bodegones. Después de subrayar las mismas particularidades que el anterior comunicante sobre la importancia que tiene, para conocer el modo de vida material de la época, el análisis de la cerámica plasmada en los lienzos, sea en bodegones, propiamente dichos, como tema único del cuadro, o como complemento de una escena cotidiana que nos ofrece piezas cerámicas, en muchos casos desaparecidas, por la crisis que han padecido las sociedades tradicionales; de tal modo que su presencia en las obras de arte es, en muchos casos, un testimonio único de una actividad casi olvidada. A este respecto se analizan unos datos significativos del retroceso de esta actividad en la provincia de Badajoz, en especial, de la crisis sufrida por la alfarería tradicional en el importantísimo centro de producción de Salvatierra de los Barros, cuyas señas de identidad se mantienen gracias a la labor de su Museo de Alfarería. Se pasa, a continuación, a hacer un recorrido cronológico del género del bodegón desde el siglo XVI por diversas escuelas europeas y por diversos tipos de bodegones, para llegar al análisis de algunas obras de Zurbarán, que, aunque no fue propiamente un pintor de bodegones, sí pintó mesas servidas (La Cena de Emaús) y bodegones corridos (San Hugo en el Refectorio de los Cartujos), siendo su bodegón más conocido Bodegón con Cacharros. Sin olvidar los comentarios referidos a otros grandes maestros, como Velázquez, Pereda, Murillo, Juan Fernández, Luis Meléndez y Goya, los autores llegan hasta los pintores costumbristas extremeños que originaron en Badajoz un verdadero renacimiento de la pintura con el protagonismo en la segunda mitad del siglo XIX de Felipe Checa y Nicolás Megía, y en el siglo XX con Eugenio Hermoso y Adelardo Covarsí, como los más representativos, en los que el bodegón, el paisaje y la pintura de género serán fuente imprescindible para el conocimiento de la sociedad extremeña del momento.

La última de las comunicaciones, debida también, como se ha dicho, al doctor Lorenzana, con el título de "La administración de la memoria. Fuente de Cantos y Zurbarán", cierra el volumen de las Actas con un análisis que va en sentido opuesto a su primera intervención, porque, ahora, se investigan los homenajes que se le han tributado al pintor en esa tierra que él hizo universal con su arte; o, dicho en las acertadas palabras del autor de estas comunicaciones: en la primera se estudia qué hay de Fuente de Cantos en Zurbarán, y en la última, qué hay de Zurbarán en Fuente de Cantos. Desgrana a través de cinco interesantes epígrafes las relaciones de la villa con el pintor, lamentando el olvido, salvo casos especiales, de la obra zurbaranesca hasta prácticamente comienzos del XX, con el libro de Cascales. Estos estudios servirán de estímulo a las autoridades locales para reivindicar la figura de su paisano en el ámbito local, que ya en los últimos decenios del XIX le habían dedicado una placa y una calle. Analiza la intrahistoria de las diversas esculturas erigidas a Zurbarán en el XX, obra de Aurelio Cabrera, así como sendos bustos del pintor, uno de Pérez Espacio en 1998, y otro de Iglesias Martínez, en 2006. En el tercer apartado "Buscando a Zurbarán", muestra cómo en la etapa franquista se reivindicó su figura como pintor de corte tradicional y de temática religiosa. De gran interés es el apartado que dedica a las casas de Zurbarán, en este caso de Zurbarán padre, a las que sitúa en el espacio urbano de la villa analizando documentos contemporáneos, liberando de invenciones y tradiciones populares ciertas interpretaciones sobre el lugar donde nació el pintor y documentando con rigor la casa donde nació y vivió Francisco de Zurbarán en la confluencia de las calles Martínez y Misericordia; criticando la escasez de recursos y la escasa implicación de las instituciones extra-municipales a la hora de dotar al pintor y a su obra de una casa, no sólo adecuada para el tratamiento de su obra sino que reflejara el lugar correcto en que nació, para albergar su memoria. La villa, finalmente, indica que se ha mostrado agradecida con los estudiosos que se han acercado a ella para estudiar al pintor. Agradecido a Cascales, rotulando una calle con su nombre, y a las dos grandes mujeres investigadoras de Zurbarán, María Luisa Caturla y Odile Delenda, otorgándoles el título de Hijas Adoptivas, respectivamente en 1951 y 2014. Y la villa ha propiciado estudios y exposiciones en su honor, conmemorando los 400 años de su nacimiento o ahora los 350 de su fallecimiento, teniendo como último testimonio estas Actas que acabamos de reseñar, que constituyen una aportación muy importante a los estudios sobre Zurbarán.

 

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