ZULOAGA, GOYA Y ARAGÓN: LA FUERZA DEL CARÁCTER

03/11/2022


 

 
 
La víctima de la fiesta (Ignacio Zuloaga)

 

La exposición Zuloaga, Goya y Aragón: la fuerza del carácter, organizada por el Ayuntamiento de Zaragoza y la Fundación Zuloaga, parte de la fascinación que Ignacio Zuloaga (1870-1945) sintió hacia Francisco de Goya (1746-1828), sentimiento que plasmó de diversas formas a través de conmemoraciones, investigación, restauración, pedagogía, coleccionismo, colaboración en espectáculos goyescos de ópera y tauromaquia...

La exposición confronta las vidas y las obras de estos dos creadores, salvando las distancias cronológicas y estilísticas que los separan. Este evento artístico es producto de un meticuloso proceso de investigación previo que viene siendo desarrollado por un equipo de expertos multidisciplinar, procedente de la Universidad de Zaragoza, de la Fundación Goya Aragón y de la Fundación Zuloaga. El principal resultado ha sido que sus afinidades fueron más ideológicas que las estilísticas; pues ambos creadores ejercieron de polémicos testigos de sus épocas, retrataron y resaltaron el carácter de sus modelos y recogieron visiones críticas de unas Españas que también amaron apasionadamente. Además, ambas producciones artísticas pronto alcanzaron un gran eco internacional, contribuyendo poderosamente a configurar la visión foránea de "lo español".

Cuando París era la capital del arte mundial, durante el cambio de los siglos XIX al XX, los principales críticos de arte franceses proclamaron a Ignacio Zuloaga como "el último gran maestro de la Escuela española de pintura"; calificándolo de heredero de Francisco de Goya. En decenas de artículos se asoció a Zuloaga con Goya, lo que pudo contribuir a que el pintor vasco incrementase su atención hacia el maestro aragonés. Una dedicación que se convirtió en pasión, y que duraría toda su vida.

Zuloaga ya copió una obra de Goya con 16 años, durante su primera visita al Museo del Prado. Cumplidos los 30 se erigió en experto sobre su obra, adquirió algunos cuadros suyos, autentificó otros y asesoró a coleccionistas sobre Goya, además de reunir numerosos libros, fotografías, postales y demás documentos sobre el maestro. También se le ocurrió representar "lo goyesco" en el escenario del Teatro de la Ópera de París y en el albero de las plazas de toros. Ningún artista ha tenido semejante dedicación a Goya.

Zuloaga, Goya y Aragón: la fuerza del carácter ofrece un juego visual de empatías temperamentales entre los dos maestros, siendo una exposición inédita, de gran envergadura, destinada al gran público y a los expertos en arte y en historia de España; en el marco del histórico edificio de la Lonja. Esta exposición forma parte del proyecto Arte para todos de la Fundación Zuloaga, proyecto que muestra por ciudades y pueblos de España una docena de discursos expositivos en los que se agrupan las más de 700 piezas de la Colección Zuloaga.

Comisariada por Margarita Ruyra de Andrade y José Ignacio Calvo Ruata, la muestra puede visitarse hasta el 8 de enero del próximo año 2023. De las 192 obras expuestas, muchas proceden de la Colección Zuloaga, pero también hay piezas de 31 colecciones: Museo de Bellas Artes de Bilbao, Monasterio de Aránzazu, Ayuntamiento de Irún, Museo Nacional del Prado de Madrid, Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Universidad Complutense de Madrid, Museo de Bellas Artes de Sevilla, The Hispanic Society of America, colecciones particulares, etcétera.

Zuloaga, Goya y Aragón: la fuerza del carácter se puede visitar en la sala de exposiciones de la Lonja de Zaragoza (Plaza de Nuestra Señora del Pilar, s/n) en horario de 10:00 a 14:30 y de 17:00 a 21:00 horas (domingos y días 24 y 31 de diciembre de 2022, solo mañanas, y cerrado los lunes y los días 25 de diciembre de 2022 y 1 de enero de 2023). El acceso del público se interrumpe 30 minutos antes del cierre de la sala.

 

 
 
Entre las 192 obras de Zuloaga, Goya y Aragón: la fuerza del carácter se hallan óleos, dibujos, acuarelas, esculturas, documentación y diversos elementos de artes decorativas. 39 obras son de Ignacio Zuloaga y 18 de Francisco de Goya, además de creaciones de Daniel Zuloaga, Julio Antonio, José de Goya y otros autores. Muy interesante es el apartado dedicado al padre de Francisco de Goya, José Goya y Franqué (Zaragoza, 1713-1781), maestro dorador del gremio de Zaragoza. Según los responsables de la muestra, su modesto taller no debió de alcanzar un éxito relevante, pues murió tan pobre que ni siquiera redactó testamento. Su viuda e hijos fueron ayudados durante años económicamente por el gran Goya. Ansón Navarro afirma que José de Goya dejó de trabajar tras el regreso de Italia de su hijo Francisco, no apareciendo como dorador en los libros del gremio de doradores a partir de 1772. Por su parte, Moreno Galván la profesión artesana del padre no sería un dato negativo en el despertar de la consabida afición juvenil a la pintura, que también sintió Goya naturalmente y que acabó constituyéndolo en un gran pintor. Como muestra del trabajo de José de Goya la exposición muestra un angelito (1754) del grupo escultórico para la reja del coro del templo de San Pablo de Zaragoza, tallado en madera por Pedro Villanoba Modrego o su hijo Pedro Villanoba Laborda y dorado por el padre de Francisco de Goya.

 

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