El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte iniciará pronto la restauración de cuatro bodegas tradicionales de la localidad zamorana de Toro con el propósito de garantizar su conservación y acondicionarlas para la visita pública. El proyecto cuenta con 822.627 euros de presupuesto y un plazo de ejecución de 18 meses.

Se trata de la segunda intervención del Instituto del Patrimonio Cultural de España que tiene por objeto este tipo de construcciones, tras la actuación efectuada entre los años 2009 y 2010 en la antigua bodega de la Casa Consistorial del mismo municipio, con un coste de 232.750 euros.

Como en otros lugares de la Meseta Norte con tradición vinícola, las bodegas de Toro están excavadas bajo los edificios de los que forman parte, según el uso que se extendió desde la Edad Media hasta principios del siglo XX. A menudo, son el origen de las propias casas, ya que la tierra procedente de su vaciado se empleaba en la construcción del inmueble superior. Pese a que la renovación de los edificios ha supuesto la desaparición de muchas de ellas, un censo reciente ha contabilizado cerca de 300 bodegas en el término municipal de Toro.

Las cuatro bodegas que se restaurarán son de titularidad pública y están situadas dentro del casco urbano. La mejor conservada pertenece al antiguo Palacio de los Condes de Requena, que alberga actualmente la sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Toro. También es la de más reciente construcción (siglos XVIII-XIX) y la única que mantiene un uso acorde con su origen, ya que se emplea para el almacenamiento y conservación de vinos producidos bajo el control del citado organismo.

Las restantes bodegas no tienen uso alguno en la actualidad. Una de ellas, vinculada a la Hermandad de Labradores, se encuentra bajo el edificio de la Cámara Agraria, de gran valor histórico y etnográfico. Igual que la bodega anterior, dispone de dos salas abovedadas, aunque su estado de conservación es distinto, aparte de acumular material de desprendimientos y excavaciones. Por el contrario, constan de una sola nave tanto la bodega del antiguo Hospital General, ahora transformado en residencia de ancianos, como la del Palacio de la Fundación Valparaíso-Sevillano.

Al margen de la restauración, será necesario en algunos casos realizar nuevos accesos y bocas de ventilación. También está prevista la intervención en las sillerías. Los materiales empleados serán los tradicionales en estos espacios subterráneos: ladrillos, tejas y losas de piedra, y carpinterías de madera y hierro.