La exposición Salus, instalada en el Santuario de la Virgen de la Salud de Alcañices (Zamora), antiguo Convento de San Francisco, reúne hasta el próximo mes de octubre 170 obras de arte fechadas entre los siglos III y XXI pertenecientes al arciprestazgo Aliste-Alba y también algunas llegadas desde Portugal.

En Salus hay documentos archivísticos, libros, fotografías e imágenes cinematográficas, objetos pétreos, esculturas, pinturas, piezas de orfebrería y de metalistería, adornos personales, mobiliario, ornamentos y otros textiles, etcétera. Destacan piezas de los escultores Ramón Álvarez, Juan de Montejo, Tomás de Sierra, Ricardo Flecha, del pintor Ricardo Segundo o del platero Antonio Rodríguez.

Una imponente muestra del patrimonio artístico y religioso de las comarcas zamoranas de Aliste y Tierra de Alba, que viene a poner sobre la mesa la riqueza cultural de un territorio actualmente alejado y despoblado, pero que sigue teniendo mucho que ofrecer, y una actividad cultural y religiosa que no solo pretende poner en valor el patrimonio artístico de este territorio de la diócesis zamorana, sino también potenciar la zona. Tal es así que se han desarrollado seis rutas por la zona para descubrir su riqueza: la ruta de los retablos, la ruta gastronómica, la ruta arquitectónica, la ruta de las ermitas, y la ruta de las pinturas murales.

Tierra de Alba y Aliste son dos comarcas naturales situadas geográficamente al oeste de la provincia de Zamora, limitando con la zona trasmontana de Portugal. Ambos territorios formaron dos vicarías eclesiásticas, secularmente dependientes del arzobispado de Santiago de Compostela, hasta su segregación en 1888, en que pasaron a pertenecer a la diócesis de Zamora por mandato de la Santa Sede.

Actualmente, las comarcas están unidas en un solo arciprestazgo, el de Aliste-Alba, formado por ochenta y cuatro parroquias, que son servidas por ocho sacerdotes en activo, ayudados por diversas religiosas.

Salus, comisariada por el historiador del arte y sacerdote José Ángel Rivera de las Heras, expone algunos objetos pétreos de antigua cronología conservados en iglesias alistanas, documentos relativos a las antiguas vicarías de Alba y Aliste, y planos de obras proyectadas y/o realizadas en diversas iglesias del arciprestazgo en los siglos XVIII y XIX, conservados en el Archivo Histórico Diocesano.

También se muestran antiguos libros parroquiales con partidas bautismales y cuentas de fábrica, conchas bautismales, crismeras, y cruces parroquiales, así como vasos sagrados -la patena y el cáliz, la píxide y el copón, la custodia y el portaviático- y otros objetos vinculados a la liturgia: vinajeras, incensario, naveta, campanilla, plato limosnero, moldes para fabricar formas, atril, sagrario, ornamentos y paños con bordados alistanos.

Las obras pictóricas y escultóricas representan a Jesús, María y los santos de mayor devoción entre los fieles de estas tierras, algunos de los cuales son titulares de iglesias y parroquias.

Dentro de los documentos antiguos que se exhiben también se encuentran los pertenecientes a las cofradías, como cuentas y ordenanzas; varas insignias que otorgaban -y siguen otorgando- autoridad a sus mayordomos, adornos de imágenes, reliquias, etcétera.

Llaman especialmente la atención en Salus dos crucificados, con los brazos articulados, destinados a la función del desenclavo y santo entierro de Cristo. Por último, destacar la presencia de esquilas que sonaban para acompañar el viático a los moribundos, tablas con memorias de aniversarios e indulgencias, ornamentos de color negro usados en las misas de difuntos, representaciones de las Ánimas del Purgatorio, y testimonios fotográficos y cinematográficos de la famosa procesión del Viernes Santo en Bercianos de Aliste.