El Museo Diocesano de Zamora, ubicado en el templo románico de Santo Tomé (Plaza de Santo Tomás, 14), exhibe una exposición que permanecerá abierta hasta el próximo mes de junio y que, a través de 22 obras, pone de relevancia la obra del escultor, diseñador y pintor Tomás Crespo Rivera (Zamora, 1932). La muestra puede visitarse todos los días, de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas (domingos y festivos, solo mañanas).

Tomás Crespo Rivera estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Ildefonso de Zamora y completó su formación en Madrid, en la Academia de Bellas Artes de San Fernando. A principios de los 60 se traslada a Barcelona. En 1962 retorna a su ciudad natal, donde establece su estudio. Entre 1983 y 1991 se dedica a impartir clases de modelado en la Escuela de Artes y Oficios de Zamora. En 1993 centra su actividad en la creación de diseño y la decoración. Desde 1999 hasta hoy se dedica plenamente a la escultura.

Crespo Rivera es fundamentalmente escultor, pero también ha hecho incursiones en los campos de la pintura, el dibujo, el cartel (en la imagen inferior, pintura que sirvió como cartel anunciador de la Semana Santa de Zamora del año 2016) y la vidriera. Zamora cuenta con varias obras urbanas de este artista, como el busto del torero Andrés Vázquez que está junto a la plaza de toros (1964), el relieve mural del que fuera el Banco Castellano y la obra en hierro "Equilibrio circular" (1970) ubicada en los jardines de Eduardo Barrón.

De su obra religiosa en la ciudad de Zamora destaca la maqueta del paso procesional de la Desnudez, la monumental figura de Cristo Rey (imagen superior, 1960) en piedra de colmenar ubicada en la iglesia del mismo nombre, los ángeles de la portada de esta mismo templo -obra realizada en colaboración con el artista Luis Quico, recientemente fallecido-, la Piedad conservada en la Junta Pro Semana Santa, o el Nacimiento en madera de nogal (1962) que obtuvo el premio de Arte Navideño de Galerías Preciados (Madrid).

Las 22 obras presentes en la muestra son representativas de las diferentes épocas de un autor dedicado tanto a la figuración como a la abstracción, expresando su labor escultórica a través del bronce, la piedra y la madera. Esta exposición pretende ser un sencillo y merecido homenaje a un hombre discreto y modesto a la par que a un artista cuya valía debe ser reconocida públicamente entre sus paisanos. Crespo Rivera, junto con otros artistas zamoranos de su tiempo, estuvo muy influenciado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.