El proceso de restauración ha consistido en el saneamiento de tres dilataciones en los ensambles de la madera que habían surgido por todo el rostro, así como en el interior de la devanadera. Posteriormente, todos ellos, junto con los arañazos producidos por los alfileres, han sido estucados de nuevo.

Asimismo, se han retirado los barnices oxidados, los cuales habían amarilleado y alterado la policromía hasta el punto de que ha tenido que ser prácticamente repuesta con una nueva basada en la original. Por último, ha sido incorporado un nuevo juego de brazos, provisto en este caso de articulaciones.

La obra intervenida es María Santísima de la Soledad, una virgen dolorosa de candelero para vestir tallada en 1981 por el escultor Antonio Labaña Serrano (Algezares, Murcia, 1944), discípulo de José Sánchez Lozano. Tras los trabajos realizados por Víctor García fue presentada en el templo parroquial del Rosario de Rafal durante la pasada misa de Nochebuena. En las fotografías aparece con atuendo del vestidor ilicitano Daniel Sala Ruiz.