La restauración ha sido llevada a cabo en la imagen de María Santísima de la Soledad que se venera en el templo parroquial de Santa María Magdalena del municipio extremeño de Castuera (Badajoz), una Dolorosa de candelero para vestir que labró a tamaño natural (170 cm) el célebre escultor e imaginero Sebastián Santos.

Debido a una intervención realizada en los años 90, la Virgen perdió su patina original y sus pestañas superiores, con lo que perdió en cierto modo la impronta de su autor Sebastián Santos. Cuando llego al estudio de Miguel Ángel Valverde en Carmona (Sevilla), el artista procedió a realizarle un examen ocular, junto a varios miembros de la junta directiva de la cofradía que le rinde culto; observando que, tras haber limpiado la imagen, le habían desprovisto también de su pátina y de sus pestañas originales de pelo natural, las cuales fueron sustituidas por otras de maniquíes que nada tenían que ver con las aplicadas por el maestro.

Los criterios de restauración empleados por Miguel Ángel Valverde se han basado en el máximo respeto al original, no solo en la talla y en la policromía, sino también en el candelero y en los brazos articulados. Se han resanado las grietas del candelero, causadas por el paso del tiempo -los llamados "vientos de la madera"-, y tomando como base la documentación fotográfica que existe de la Dolorosa, se le ha devuelto su identidad aplicándole la pátina perdida, así como unas pestañas nuevas en los párpados superiores. Por último, se ha colocado un nuevo sistema de sujeción para la corona.

En todo momento se ha conservado la imagen hasta el mas mínimo detalle. Las mencionadas labores de Miguel Ángel Valverde han tenido como objeto devolverla a sus orígenes, tal y como la creó Sebastián Santos, junto con el refuerzo del candelero original y la colocación de un nuevo tornillo para fijar la corona.