LA CASA TENA. UN SIGLO DE IMAGINERÍA VALENCIANA

06/11/2023


 

 

El libro La Casa Tena. Un segle d'imatgeria valenciana (La Casa Tena. Un siglo de imaginería valenciana), editado en valenciano por la Institución Alfons el Magnàni - Centre Valencià d'Estudis i d'Investigació (el Magnànim), es un cuidadoso y exhaustivo trabajo de investigación llevado a cabo por su autor, Juan Bautista Tormos Capilla, sobre la Casa Tena de València, desde los inicios del más reconocido obrador de imaginería valenciano hacia 1880, hasta la riada del Turia de 1957 que provocó su cierre definitivo.

El lector encontrará información relacionada con la vida artística y cotidiana de un taller dedicado a la escultura, la imaginería y la artesanía religiosa realizada en madera policromada, una forma de arte sacro que llegaría a formar parte de la cultura popular de la ciudad de València entre los siglos XIX y XX.

Asimismo, este ensayo ilustrado aborda de manera detallada la saga de Vicente Tena en cuanto a los aspectos estilísticos y catalogación de su obra. Tres biografías estrechamente vinculadas con la plástica figurativa y las artes decorativas, y entre las cuales sobresale la protagonizada por el escultor Vicente Tena Fuster (1861-1946), maestro de la gubia, coetáneo de Mariano Benlliure y compañero de estudios de Joaquín Sorolla. Un artista dedicado a la imaginería que, gracias a su afición por la fotografía, nos ha dejado un legado gráfico insólito, además de un buen puñado de esbozos y dibujos sin precedentes que agrandarán la historiografía valenciana. Incluso fue un hombre de negocios que llegó a formar parte de la nueva burguesía comercial valenciana de la época, participando activamente de los acontecimientos y efemérides más importantes que se dieron cita en las primeras décadas del siglo XX en la ciudad de València.

También se incluye un apéndice y un anexo inéditos en una obra que, con total seguridad, se convertirá en fuente de consulta ineludible para conocer y entender por qué las tallas policromadas valencianas fueron las más solicitadas en España desde los finales del siglo XIX hasta la posguerra civil del XX.

Según información transmitida por la familia Tena-Pérez, basada en una antigua nota publicitaria del negocio familiar, fue en 1880 cuando Vicente Tena Ferrando (València, 1833-1894) -el precursor de la saga y uno de los protagonistas de excepción de este estudio-, inauguró su taller dedicado a la pintura mural religiosa, la decoración de imágenes y los artículos enmarcados en el ámbito religioso. Aunque su bisnieto Miguel Ángel Tena Pérez afirma que, en su casa, siempre se comentó que el fundador de la dinastía había sido dorador, en el Archivo del Padrón Municipal de València entre 1880 y 1885, en lo correspondiente a "profesión", Tena Ferrando aparece como pintor.

El hecho que la prole de Vicente Tena Ferrando se criara bajo la influencia de un entorno artesanal dedicado a la temática religiosa, hizo que dos de sus hijos siguieran los pasos de su progenitor. En efecto, tanto el joven Vicente Tena Fuster (València, 1861-1946), como su hermano José María Tena Fuster (València, 1863-1917) -y en cierto modo, también su tía María Tena Ferrando, madre de José Romero Tena (València, 1871-1958)-, se impregnaron del quehacer artístico de un obrador dedicado a la decoración de imágenes y otros artículos religiosos de talla en madera.

La relación laboral y comercial que Tena Ferrando mantenía con los escultores e imagineros del momento, para hacerse cargo de la decoración de sus obras, propició que su hijo Vicente entrara a trabajar, durante una larga y fructífera estancia, en el estudio de Modesto Pastor y Julià, cuyo estilo acusaba la pervivencia de José Esteve Bonet y, sobre todo, Ignacio Vergara, los grandes artífices del barroquismo valenciano.

 

 

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