CIUDADANOS. EL NACIMIENTO DE LA POLÍTICA EN ESPAÑA, 1808-1868

26/05/2010


 

 
 
Una Lectura en el Café Levante de Madrid (Leonardo Atienza y Nieto)

 

Con motivo del bicentenario de la Constitución de 1812, la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), bajo la coordinación del Ministerio de Cultura, la Fundación Pablo Iglesias y el Consorcio para la Conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812 han organizado, con la colaboración de la Universitat de València, la exposición Ciudadanos. El Nacimiento de la Política en España, 1808-1868, que recrea de manera rigurosa, pero con intención divulgativa, el nacimiento de la política moderna en España.

Emilio La Parra y María José Millán, son los comisarios de esta exposición que reúne más de doscientas piezas de la más diversa procedencia y significación: grabados, manuscritos, láminas, estampas, esculturas, enseres, mobiliario, prensa, medallas, etcétera, que reflejan el momento en que se comienza a considerar en un marco nacional que las formas institucionales, jurídicas e ideológicas del poder no son inmutables ni de carácter sagrado (como se concebía en el Antiguo Régimen), sino que están fundadas sobre el principio de la soberanía nacional. Por tanto, pueden ser contestadas y es legítimo intentar conquistar el poder.

El nacimiento de la política moderna, que surge como resultado de la dialéctica revolución-contrarrevolución que se impuso en España (y en Europa) durante la primera mitad del siglo XIX, corresponde a una manera de concebir la organización de la sociedad fundada en el individuo. En consecuencia, los lazos sociales, que en el Antiguo Régimen quedaban ligados al grupo al que cada persona pertenecía, se convierten en relaciones de carácter asociativo, establecidas de forma voluntaria por los individuos. Surgen, así, nuevas formas de sociabilidad que no reciben su legitimidad de la costumbre, sino de la libre voluntad de los individuos.

El recorrido por la exposición, dividida en cinco secciones, permite seguir cronológicamente la evolución de la política española entre 1808 y 1868 y, al mismo tiempo, conocer a los grandes protagonistas de la politización como la aparición de nueva terminología política, los nuevos lugares y maneras de difundir la política, los nuevos sectores de la población activos políticamente y las nuevas Therramientas para el desempeño de la nueva política:

 

 
 
Disturbios Estudiantiles en Madrid (Fotografía del Original: Jesús Evaristo Casariego)

 

 

1) Introducción

El primer apartado de la exposición presenta una cronología de la evolución política española entre los años 1808 y 1868, así como una explicación del concepto de política moderna.

 

2) El Principio de Soberanía Nacional

En esta sección se muestra el vacío de poder (vacatio regis) provocado por la salida del Rey del territorio español en 1808 y las abdicaciones de Bayona, junto con el debate político suscitado a continuación, que depararon las condiciones necesarias para el nacimiento de la política moderna en España. La traslación del poder a manos de instituciones nacidas del levantamiento popular va acompañada del sentimiento por parte del pueblo de que él ha asumido la soberanía, lo cual formalizan las Cortes de Cádiz y, de manera fundamental, la Constitución de 1812. De este modo, se produce la politización de amplios sectores de la población y se cambia radicalmente la forma de entender la política. En este tiempo (1808-1813) aparecen nuevos conceptos como nación, soberanía nacional, constitución, representación u opinión pública. Es también el inicio de la emancipación en América.

El visitante podrá contemplar en este apartado diversos grabados, junto a otros materiales como numismática o documentación, que reflejan el debate ideológico suscitado entre los llamados “patriotas” y los “afrancesados”. En el apartado dedicado al primer liberalismo, destaca la obra de Ramón Rodríguez Barcaza La Junta de Cádiz en 1810, una versión de época, del autor, de la pintura de grandes dimensiones conservada en el Museo de Cádiz; el boceto preparatorio de Casado del Alisal para el cuadro Juramento de los Diputados a Cortes en 1812 o La Proclamación de la Constitución de Cádiz en 1812, de Salvador Viniegra. Esta última obra, también un boceto preparatorio de la pintura del Museo de las Cortes actualmente en restauración, tiene el interés de mostrar otra versión del mismo tema, puesto que no coincide exactamente con la obra finalmente entregada por el autor. Entre los objetos, destaca una escribanía de plata utilizada para firmar la Constitución de Cádiz o un juego de café con motivos alusivos a La Pepa, que sufrió alteraciones varias para adaptar su contenido a las distintas circunstancias políticas. Cierra el apartado la obra de Miguel Parra Entrada Triunfal de Fernando VII en Valencia.

 

3) Espacios y Formas de Sociabilidad

El tercer espacio nos presenta cómo el liberalismo creó un conjunto de formas y lugares destinados a difundir sus ideas, a lo que se denomina “espacios de sociabilidad”, en los que los individuos se reúnen de forma voluntaria para comunicarse entre sí, exponer y divulgar un ideario, expresar sus quejas, defender sus intereses de grupo, organizarse colectivamente, etcétera. Son, en consecuencia, lugares de encuentro y comunicación, donde se da publicidad a la manera de pensar de cada uno, bien sea de forma oral o escrita.

En un principio, estos lugares son propios de la burguesía o la clase media pero, a medida que avanza, el siglo las clases populares adoptan este sistema, hasta el punto de que, al finalizar el siglo XIX, la asociación se convierte en una de las principales aspiraciones de la clase obrera. Los lugares de sociabilidad son un claro exponente de la publicidad de la vida política: la política no se hace en el palacio, en el ámbito cortesano, sino en lugares abiertos a la participación de la población.

Destacan en este apartado las obras de Leonardo Alenza (El Café de Santa Catalina, Una Lectura en el Café Levante), la pintura sobre hojalata de Ricardo Balaca y Orejas Canseco El Café, el lienzo de Antonio Pérez Rubio La Partida de Cartas, la obra de Rafael Botella y Coloma El Jardín Público llamado El Paraíso, La Feria de Sevilla de Manuel Rodríguez Guzmán o El Charlatán Político. Entre la documentación destacan los estatutos y las actas del Ateneo de Madrid, expuestas por primera vez, una selección de teatro y música de la época y un apartado dedicado a la prensa donde, además de las cabeceras más importantes del periodo, se expone una imprenta junto a unas cajas de tipos de la Imprenta Artesanal de Madrid.

En este apartado se ha reproducido, además, un café de la época, a partir de los grabados conservados, y de las descripciones literarias de Mariano José de Larra, Mesonero Romanos y Benito Pérez Galdós, entre otros. Con elementos de coleccionistas y piezas del Museo del Traje, se traslada al visitante a una tertulia de café del XIX. Además, se pueden escuchar canciones populares que fueron en su día elementos de movilización política.

 

 
 
El Fusilamiento de Torrijos y sus Compañeros en las Playas de Málaga
(Copia de época del autor, Antonio Gisbert Pérez, a tamaño reducido de la obra conservada en el Museo del Prado)

 

4) Los Agentes Sociales

El cuarto espacio muestra al visitante que el proceso de politización es el resultado de la actuación de agentes individuales y colectivos, pues una de las bases de ese proceso es la consideración de la sociedad civil como una realidad diversa, en la que se manifiestan pluralidad de opciones. Ambas dimensiones, la individual y la colectiva, son inseparables y actúan de forma muchas veces contradictoria. Esta contradicción no sólo se manifiesta en la configuración de la actuación política, sino también en la trayectoria de los propios individuos.

Ciertas personas relevantes defienden en un momento la extensión al máximo de la participación popular en la política (esto sucede al principio del proceso, en 1808-1813 y en 1820-1823) y, más tarde, a partir de 1834, se inclinan por fijar límites a esa participación. De igual modo, la acción colectiva no siempre tiene como finalidad facilitar la participación de todos los sectores de la población en la actividad política. Así pues, el proceso de politización se va configurando desde la tensión entre la actuación de los individuos, la de las élites y la de los colectivos populares.

Se exponen en esta sección importantes retratos de protagonistas de la época, procedentes de instituciones como el Museo del Ejército, la Biblioteca Nacional, la Academia de Historia, la Fundación Lázaro Galdiano, el Museo de las Cortes, el Museo de Historia de Madrid, la Diputación de Cádiz, el Congreso o el Senado. Entre las obras dedicadas al colectivo como actor social, destaca la versión de época de El Fusilamiento de Torrijos y sus Compañeros en las Playas de Málaga de Antonio Gisbert conservada por la Unión Alcoyana de Seguros, la obra de Eugenio Lucas Velázquez Episodio de la Revolución de 1854 o la obra de Bernardo Ferrandiz Celebrando la Batalla de Castillejos. Entre los objetos destacan los relacionados con Mariana Pineda, como la bandera bordada que fue utilizada como prueba para condenarla a muerte o la llave de la celda donde estuvo presa, procedentes del Centro Europeo de las Mujeres “Mariana de Pineda”.

 

5) Los Instrumentos de la Actividad Política

La exposición se cierra con un conjunto de materiales que explican la evolución política y las formas empleadas para llevarla a cabo. Se muestran, por tanto, la organización del sistema (constituciones), la participación política (elecciones), los instrumentos de cambio (pronunciamientos, golpes de estado, guerra).

Se expone un ejemplar de cada una de las constituciones del periodo, documentación electoral que muestra el paso del sufragio censitario al sufragio universal, y una urna electoral de los años 30 del siglo XIX procedente del Museo de las Cortes de Cádiz. Los materiales más interesantes de este bloque son los grabados SEM procedentes de la Biblioteca Nacional. Se trata de un conjunto de acuarelas realizadas bajo seudónimo por los hermanos Valeriano y Gustavo Adolfo Bécquer, que nunca se han expuesto con anterioridad y son un claro ejemplo del alto grado de politización social en la España del XIX.

 

 
 
Reparto de Manifiestos Revolucionarios (Fotografía del Original: Jesús Evaristo Casariego)

 

La exposición tiene una clara intención divulgativa. De ahí que se hayan diseñado elementos gráficos que sitúan al visitante en el periodo y le ofrecen información complementaria en cada una de las secciones. Además, se han instalado siete pantallas táctiles a lo largo de todo el recorrido. Cinco de ellas están dedicadas a las pinturas elegidas como imagen de cada bloque; a través de las pantallas se accede a información sobre el autor y la obra, así como a datos complementarios sobre el bloque de contenido. Las pantallas permiten también a los visitantes ampliar las obras para observar sus detalles.

La muestra se completa con dos pantallas “pasapáginas” donde se puede consultar y leer la prensa de la época y las Constituciones aprobadas entre los años 1808 y 1869. Por último, un audiovisual, proyectado en una gran lona colgada del techo, repasa el contenido de la exposición en imágenes.

 

Del 26 de Mayo al 12 de Septiembre de 2010 en la Universidad de Valencia (UV)
(Salas Estudi General y Thesaurus - La Nau, nº 13 de la Avenida Blasco Ibáñez) Horario: de martes
a sábado, de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00 horas; domingos, de 10:00 a 14:00 horas.

 

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