Esta nueva pieza tiene como destino una capilla recién restaurada de la Hacienda Zotoluca, en el estado mexicano de Hidalgo. Se trata de un busto de Cristo en bronce, a tamaño natural. Será bendecido el próximo 10 de diciembre durante una misa que se celebrará en la propia capilla de la hacienda.

La cabeza del Cristo, ligeramente inclinada hacia arriba, busca la mirada del devoto. Con la boca entreabierta, se dejan ver maxilares y lengua, marcando con realismo la acción de hablar al espectador. La nariz es de morfología judía, aguileña, mientras que sus ojos se hallan abiertos, cansados, apreciándose perfectamente todo el trabajo anatómico de los párpados, así como pequeñas bolsas.

Es una obra en bulto redondo con la expresión del rostro fuerte, valiente y conmovedora. El cabello se muestra guiado por la propia inclinación de la cabeza, con grandes mechones de pelo pegados al rostro, pero siempre dejándolo despejado a la vista del fiel. La barba es muy elaborada y bífida en su extremo.