JULIO ANTONIO. EL ÁLBUM DEL ARCHIVO

10/02/2020


 

 

Hoy 10 febrero de 2020 se cumple medio siglo de la primera exposición antológica en la ciudad de Tarragona dedicada a la obra del escultor Julio Antonio (Móra d'Ebre, Tarragona, 1889 - Madrid, 1919). Su primer maestro fue Lluís Viñales, y el barro de las orillas del río Ebro le sirvió para hacer sus primeros trabajos. En 1896 se trasladó con su familia a Tarragona capital, donde asiste a las clases del Ateneo Tarraconense para la Clase Obrera. Sus profesores fueran Marià Pedrol, en dibujo, y Bernat Verderol, en escultura.

Instalada en la por entonces Caja de Ahorros Provincial de Tarragona (posteriormente Caja Tarragona), aquella gran muestra venía precedida de las que se habían llevado a cabo en la villa natal del artista y también en Barcelona y a Madrid. El objetivo de todas ellas era dar a conocer la magnitud e importancia artística de Julio Antonio, a través de una selección de sus piezas más representativas que la Diputación de Tarragona había adquirido años antes a la familia del artista. Aquella colección de obras sería el embrión del Museo de Arte Moderno de la Diputación de Tarragona, creado el 1976 para acoger obras vanguardistas de artistas locales.

La gran muestra sobre Julio Antonio se inauguró el martes 10 de febrero de 1970 en la sala de exposiciones de la entidad de ahorros, en el nº 122 de la Rambla Nueva. Participaron el presidente de la Diputación de Tarragona en aquella época, Josep Clúa Queixalós; el alcalde de la ciudad, Ricard Vilar Guix; el gobernador civil, José Antonio Serrano Montalvo; el gobernador militar, Juan Casas Mora, y otros cargos públicos, como por ejemplo los delegados de Educación, de Vivienda y de Obras públicas, y los diputados de Cultura, entre otros cargos.

Tanto la exposición sobre el artista de Móra d'Ebre, como la posterior fundación de un museo de arte moderno, respondía a la causa filantrópica de la Diputación de Tarragona para recuperar la obra artística contemporánea de autores de la demarcación. En el caso concreto de Julio Antonio (Antonio Rodríguez Hernández era su nombre real), la institución había comprado buena parte de las esculturas, bronces, herramientas y otros enseres de trabajo y las mantenía depositadas en la Casa Montoliu, en la calle de los Caballeros.

 

 

En la década de 1960, promocionar el arte moderno, transversal y transgresor, pleno de originalidad y con una manera muy especial de ver el mundo, era apostar por un nuevo concepto de arte que podía ser difícil de entender y ser diana de la crítica más escéptica. El cincuentenario de la gran muestra de Julio Antonio en la ciudad de Tarragona protagoniza la última entrega del proyecto titulado El Álbum del Archivo (L'Àlbum de l'Arxiu), que periódicamente publica imágenes e informaciones sobre efemérides y otros hechos relevantes a través de documentación que se conserva en el Archivo General de la Diputación de Tarragona.

En la fotografía inferior sobre esta exposición de 1970 se puede ver el acceso principal a la sala de exposiciones de la caja de ahorros. El firme de las aceras, tan desmenuzado, nos hace recular 50 años en la memoria. Las cristaleras preservan el interior discretamente detrás de enormes cortinajes de terciopelo. Destaca el cartel de grandes dimensiones (un plafón de madera con dos apoyos, uno a cada extremo) que anuncia, con un diseño desenfadado que se adivina coloreado, los principales datos informativos del acontecimiento: el título de la exposición, el patrocinador y los horarios de visita.

En 1897 Julio Antonio se trasladó a la ciudad de Barcelona, donde continuó su aprendizaje en el taller del escultor Feliu Ferrer. En 1903 la familia se traslada a Murcia, donde Julio Antonio realiza su primer conjunto escultórico: "Flores malsanas". En el año 1907 la Diputación de Tarragona le otorga una beca para estudiar en Madrid, donde empieza a trabajar al taller del escultor Miquel Blay.

Junto con Miquel Viladrich, Julio Antonio monta su taller en la calle de Villanueva. En 1911 gana el concurso para hacer el "Monumento a los Héroes de 1811". El escultor murió de tuberculosis en Madrid en 1919, con tan solo 30 años de edad. Pese a su prematuro fallecimiento, durante sus últimos años de su vida proyectó y realizó un importante número de monumentos que lo situaron como uno de los artistas más prestigiosos del país.

 

 

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