ESCULTURA SACRA EN EL BURGO DE OSMA (SORIA). RESTAURACIÓN Y NUEVA OBRA

05/10/2022


 

 
 

 

La nueva obra es una escultura del Beato Juan de Palafox, tallada y policromada por el escultor e imaginero sevillano Álvaro Abrines Fraile. Fue presentada y bendecida el pasado 1 de octubre en el atrio de la Iglesia del Carmen. A continuación, procesionó hasta la Catedral de la Asunción, donde permanecerá hasta mañana 6 de octubre, día de su festividad, cuando volverá a procesionar de regreso hasta el templo carmelita descalzo burgense, en el cual quedará expuesta al culto definitivamente en una de sus capillas.

Ha sido adquirida por la Cofradía de Hermanos Mayores de la Virgen del Carmen de El Burgo de Osma, debido a que el Beato Juan de Palafox y Mendoza (Fitero, Navarra, 1600 - El Burgo de Osma, Soria, 1659) es el Hermano Mayor más notable que ha tenido la Cofradía en sus 408 años de existencia.

La talla es de tamaño natural, en madera de cedro, sin duda una de las creaciones más ambiciosas hasta la fecha del artista, que entre otros detalles ha procurado gran movimiento en la silueta del beato y su vestimenta litúrgica, formada por alba, roquete y capa abotonada en su parte superior. Todo ello ha sido resuelto con encomiable naturalismo, al igual que el libro que sujeta en su mano derecha, abierto por las páginas donde narró su entrada en Osma tras desempeñar varios cargos durante casi dos décadas en Nueva España. Pese a que tenía ya 53 años cuando comenzó su episcopado en El Burgo de Osma, localidad donde falleció seis años más tarde, su aspecto es el de un joven apuesto y decidido que bendice a la nueva grey con la mano izquierda.

Sus rasgos faciales y el corte de su cabello, con tonsura en la coronilla, se inspiran en los recogidos por grabados que lo representan, y sobre todo en un cuadro (imagen inferior) expuesto en la Capilla de la Inmaculada del templo catedralicio de El Burgo de Osma -donde reposan los restos del beato-, el cual representa la aparición de la Virgen María a Juan de Palafox en presencia de dos sacerdotes (hacia 1780) y está inspirado a su vez en el grabado de Miguel Sorelló (1734) que se encuentra en la Biblioteca Nacional de España.

 

 
 

 

La restauración ha sido acometida en la imagen del Cristo del Humilladero (imagen inferior), un crucificado con influencias de Juan de Juni, escultor que, junto con Juan Picardo, trabajó en el retablo mayor de la Catedral de El Burgo de Osma, estableciendo modelos que fueron repetidos por los artistas posteriores.

Los trabajos realizados por Francisca Diestro Ortega, restauradora de la Diócesis de Osma-Soria, han ido orientados, principalmente, a la limpieza, consolidación y eliminación de repintes. También han descubierto que la policromía de la talla es un añadido de época posterior a su ejecución original, de aspecto oleoso y pincelada marcada. Asimismo, han revelado que la cruz inicial fue sustituida por la que muestra en la actualidad. Otro añadido posterior es la corona metálica.

El Cristo del Humilladero constituye un buen ejemplo de la imaginería de la época a tamaño natural y guarda similitudes con el producido por el mismo Juni hacia 1572. Se diferencia de otros suyos por su clasicismo, alejándose en lo anatómico de su habitual patético retorcimiento.

La escultura representa a Cristo muerto y fijado a la cruz por tres clavos, con los ojos y la boca entreabiertos, corona de espinas trenzada, barba corta en dos picos y mechón que cae sobre el hombro derecho. Inclina la cabeza hacia la zona derecha y tiene en su costado una llaga con abundante goteo de sangre por todo el cuerpo. Se aprecia su musculatura marcada y un paño de pureza o perizoma corto.

 

 

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