Obra realizada por el bordador de Morón de la Frontera (Sevilla), bajo diseño del diseñador y bordador jiennense José Manuel Martínez Hurtado, para la dolorosa titular de la hermandad cordobesa de la Vera Cruz (Piadosa Hermandad Sacramental del Buen Pastor y de la Inmaculada Concepción y Muy Antigua, Siempre Ilustre y Venerable, Pontificia, Real, Fervorosa, Humilde y Seráfica Archicofradía de la Santa Vera Cruz, Nuestro Señor de los Reyes, María Santísima del Dulce Nombre en sus Dolores Gloriosos y Divina Pastora de las Almas), con sede en el templo de San José y Espíritu Santo. Esta corporación de penitencia se fundó en el año 1983 como continuadora de la Cofradía de la Santa Vera Cruz, erigida en el siglo XV y extinguida en el XIX, tomando sus títulos y privilegios.

Hablamos del techo del palio de la Virgen del Dulce Nombre, una ambiciosa pieza cuya ejecución comenzó en el año 2015 con la gran orla central, bordada en hilo de oro y sedas de colores siguiendo una pintura de la escena evangélica del Pentecostés realizada por Miguel Ángel Valenzuela. Los bordados con sedas fueron realizados por la bordadora Marisa Pérez, corriendo a cargo de Manuel Solano los bordados con oro.

La escena muestra interesantes peculiaridades, como el hecho de desarrollarse en el interior de la popular Mezquita de Córdoba, incluir entre los apóstoles a María Magdalena, reivindicando así su papel de discípula de Cristo, y recrear en el rostro de María los rasgos de la Divina Pastora de las Almas, titular gloriosa de la Vera Cruz de Córdoba, una talla del escultor e imaginero cordobés Miguel Ángel González Jurado (1995).

Los trabajos de la orla o "gloria" se prolongaron hasta el año 2017. La misma se remata por una gran moldura realizada sobre una base de madera y bordada en las técnicas de muestra armada, cartulina y hojilla.

Después de la orla se ejecutaron las molduras perimetrales (2018-2019), ambas bordadas en oro fino sobre un relleno de madera, dotándolas Manuel Solano de un gran relieve. También en este caso se utilizaron las técnicas de muestra armada, cartulina y hojilla.

A continuación se llevó a cabo la cenefa perimetral (2020), cuyo diseño, con profusa decoración vegetal a base de hojas de acanto y roleos, está ejecutado con una gran variedad de puntadas, entre las que destacan la hojilla, la cartulina, la puntita doble, media onda, mosqueta, escamados de lentejuelas, etcétera.

Tras ello, en el taller de Solano se llevaron a cabo las cartelas de las esquinas (2021), las cuales recogen letanías del Santo Rosario sobre fondo tejido y se rematan con galones ricamente bordados en hojilla.

La última fase llevada a cabo es la parte central que rodea la "gloria" (2022-2023) y que delimita con las molduras interiores. Está también ricamente bordada sobre terciopelo de color burdeos, con profusa decoración de grandes hojas de acanto, roleos, flores y campanillas. Destacan asimismo las dos cartelas centrales, que incluyen pasionarias y flores de cardo, símbolos de la Pasión de Jesús, así como azucenas, que representan la pureza mariana.

La Virgen del Dulce Nombre, tallada en madera de cedro en el año 1984, es una de las mejores dolorosas del escultor e imaginero sevillano Antonio Dubé de Luque. Se caracteriza por la expresión transida a causa del dolor y unas idealizadas facciones tratadas por el artista con suma delicadeza. Especialmente notables son también las calidades de una policromía de cálidos matices sonrosados, la cual otorga gran prestancia a la imagen. Los grafismos de Dubé se reconocen en el ovalado semblante, los intensos tonos celestes de los ojos, las carnosas mejillas, los abiertos y dialogantes labios, el puntiagudo mentón tocado con hoyuelo, los alargados dedos de las manos, o la tensión de los músculos del cuello y la cintura escapular provocada por el llanto de la Señora, lo que también hace que sus párpados se entornen.