ATRIBUYEN AL PINTOR ALEJO FERNÁNDEZ UN RETABLO DE LA CATEDRAL DE SEVILLA
20/09/2025
Tras la reciente restauración del retablo de Santa María Magdalena de la Catedral de Sevilla, un estudio llevado a cabo por el historiador Rafael de Besa Gutiérrez y las restauradoras Paloma Maza Lara, Marta Pertejo Rozas, Ana Isabel Gamero González, reconstruye pasajes inéditos de la historia de la obra y la atribuye a Alejo Fernández y a su taller. Las conclusiones se recogen en el artículo titulado El retablo de Sta. María Magdalena de la Catedral de Sevilla: Una propuesta de atribución a Alejo Fernández y taller, publicado en el último número (28) de la revista Ge-conservación, publicada por el Grupo Español del International Institute for Conservation of Historic and Artistic Works (GEIIC). Los autores han localizado nuevas referencias que aportan datos sobre las fases constructivas del retablo, ayudando a la comprensión del conjunto. Añaden también la búsqueda de posibles fuentes gráficas empleadas originalmente, lo que permite una interesante aproximación al método de trabajo del taller de pintura de la Catedral de Sevilla en el siglo XVI. Una vez restaurado el retablo, se ha estudiado formalmente el conjunto, sin los repintes que distorsionaban la apreciación de las tablas. Esto ha llevado a plantear la atribución del conjunto de las pinturas al maestro Alejo Fernández junto a otros colaboradores de su taller o entorno, decantándose por Juan de Mayorga por cronología y cercanía al maestro. Según los autores, la ejecución de las figuras de las seis tablas principales frontales corresponde a Alejo Fernández. En el caso de la que da nombre al retablo, el "Noli me tangere", las figuras del Resucitado y la Magdalena están repintadas en el siglo XIX por Juan de Escacena. En ambos laterales se ubican las tablas relativas a los apóstoles, sin lugar a duda propias de una mano distinta a la del maestro, menos capacitada, pero que cumple el trabajo con solvencia. De ahí que piensen que sean obras de algún miembro del taller de Alejo Fernández. La comparativa de los datos técnicos con los del retablo mayor de San Juan de Marchena, muestra una misma técnica de ejecución y de empleo de materiales. Gracias al trabajo de archivo se ha podido fechar entre 1537 y 1543 este retablo, una obra excepcional que constituye uno de los primeros retablos pictóricos del renacimiento sevillano y testimonio del método de trabajo del taller de la Magna Hispalensis de principios del siglo XVI. |
Fotos: Pepe Morón
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