GABRIEL DE ASTORGA Y LA VIRGEN DEL CARMEN DE SAN BUENAVENTURA (SEVILLA)
26/06/2025
En el artículo que lleva por título Una aportación al catálogo del escultor Gabriel de Astorga en Sevilla, publicado en el último número (107) de la revista Archivo Hispalense, editada por la Diputación de Sevilla, los historiadores Jorge Alberto Jordán Fernández y Sergio Ramírez González confirman la atribución al escultor e imaginero sevillano Gabriel de Astorga (Sevilla, 1804-1895) de una imagen escultórica de la Virgen del Carmen existente en la iglesia conventual de San Buenaventura de Sevilla y se aportan datos acerca del origen de la talla. Para ambos autores la Virgen del Carmen se ajusta al modelo letífico mariano de Astorga, visible en obras como la Inmaculada Concepción de Olivares, una pieza de muy estrecha cercanía, en su definición estética, a la que centra su estudio. Asimismo, estilemas como el gesto melancólico, el estrabismo, el extenso trazado de las cejas arqueadas, el prognatismo de la barbilla con hoyuelo y la boca menuda y cercana a la nariz, de perfil recto, son también visibles y compartidos con la Divina Pastora del templo sevillano de Santa Ana (Triana) o su homónima de San Roque (Cádiz), así como con la Virgen de las Nieves de Los Palacios y Villafranca (Sevilla), la Virgen de la Esperanza de Hinojos (Huelva), la Virgen de la Antigua, también de Olivares, o la Inmaculada Concepción de Higuera de Vargas (Badajoz). En cuanto al Niño Jesús que porta la Virgen del Carmen objeto de su estudio, Jordán Fernández y Ramírez González consideran en principio que difiere en algunos aspectos de las obras conservadas que salieron de la gubia de Astorga, no descartando su autoría ni que haya sido objeto posteriormente de un retoque más o menos importante, si bien finalmente encuentran paralelismos con otras tallas infantiles del artista como el Buen Pastor del convento de Santo Domingo de Jerez de la Frontera o el Niño Jesús de la colegiata del Salvador en Sevilla. |
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También el último número de Archivo Hispalense recoge un estudio histórico e iconográfico de Ana Valseca Castillo sobre el Cristo de la Salud que se venera en la parroquia de San Gil de Écija y su relación con el gran desconocido Antón Blázquez, imaginero de Sevilla. Las labores de los escultores del Renacimiento sevillano como Blázquez se prodigaron por toda la antigua diócesis de Sevilla. El crucificado es una imagen del siglo XVI con gran devoción y procesiona cada año con su hermandad desde 1614. Formaba parte de un calvario, junto a una Virgen Dolorosa y un san Juan Evangelista, propiedad de la fábrica parroquial. Foto: Jaime Ruiz Pigne |
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