La ciudadanía de Sevilla se reencuentra con la devoción de la Virgen de la Candelaria en el popular barrio de Triana. Originariamente, esta devoción mariana daba nombre a la primitiva ermita y hospital que ocupaba el espacio del actual convento-parroquia de San Jacinto antes de la llegada de los frailes dominicos en el año 1679.

Una talla que se había dado por desaparecida, pero que afortunadamente ha sido recuperada para el culto público gracias a la restauración llevada a cabo por un equipo interdisciplinar formado por el Servicio de Diagnóstico y Caracterización de materiales para la Conservación del Patrimonio Histórico y su puesta en valor (SanitArte) y el Laboratorio móvil de caracterización de materiales para Medio Ambiente, Agricultura y Patrimonio Histórico (Ambu-LAB), ambos de la Universidad Pablo de Olavide (UPO); la sede en Sevilla de HT Médica, centro de radiodiagnóstico; el escultor e imaginero Augusto Morilla, y el archivo de la Hermandad de la Estrella, bajo la coordinación del conservador y restaurador José Luis García, de Ágora Conservación del Patrimonio.

Se ha realizado primero un estudio estratigráfico para la identificación de los estratos de la policromía, así como el análisis químico. También cabe destacar dentro de estos estudios previos la realización de tomas radiológicas para analizar el estado del soporte y la documentación histórica de la talla.

El soporte se encontraba en un estado muy deficiente, con inestabilidad y ataque de insectos xilófagos. Para ello, se decide restituirlo por un nuevo candelero y juego de brazos realizado por Augusto Morilla, quien ha realizado también una nueva talla del Niño Jesús tras desaparecer la anterior en estos últimos años.

Tras los diferentes análisis, en el taller de la empresa Ágora Conservación del Patrimonio se procede a realizar la limpieza físico-química de la policromía, con previo test de solubilidad. Posteriormente, se realizan las oportunas reintegraciones de las lagunas, para así devolver la lectura original de la obra.

La imagen de Nuestra Señora de la Candelaria es de autor anónimo sevillano. No se descarta que se trate de la titular primitiva de la Hermandad de la Candelaria que llegó a presidir el convento en el siglo XVII. Tras su restauración se ha presentado ataviada por el bordador malagueño Joaquín Salcedo.