La restauración ha sido practicada en una obra que se conservaba depositada en el Convento de Carmelitas Misioneras de Salamanca, procedente del patrimonio del convento homónimo de Granada, donde lo conoció Gallego Burín en su ubicación del Beaterío de Recogidas, religiosas de la Regla del Carmelo que se unieron a las Carmelitas Misioneras. Ahora ha sido trasladado al Museo del Santo Ángel de Sevilla, donde ha sido restaurado por Alfonso Verde González. Esta pintura de Santo Domingo en Soriano es de las pocas obras firmadas por Pedro de Moya.

La obra relata la aparición milagrosa a un fraile dominico de la Virgen María junto a Santa María Magdalena y Santa Catalina, la cual porta el retrato de Santo Domingo, fundador de su Orden. La Virgen, representada con pelo castaño, traje color jacinto y manto azul, señala al fraile el verdadero retrato de Santo Domingo, sujetado por Santa Catalina, vestida con traje verde oscuro y manto rojo, símbolo de su martirio, y portando su corona engalanada con perlas. A la izquierda se encuentra Santa María Magdalena con traje de ricas telas, pelo largo castaño y portando en su mano derecha el ungüentario con el que iconográficamente se le representa.

La pintura, realizada al óleo sobre lienzo, es del pintor granadino Pedro de Moya (1610-1674). Su firma aparece a los pies de la obra bajo Santa Catalina. Pocas son las creaciones firmadas de este artista, siendo este cuadro uno de los pocos que se conocen, junto con "Santa María Magdalena de Pazzi" del Museo de Bellas Artes de Granada.

Es seguro que la obra ha sufrido intervenciones anteriores; prueba de ello es el reentelado, así como el cambio del bastidor y diversos retoques que han virado de color. Actualmente, se encontraba en un mal estado de conservación, puesto que la oxidación de la gruesa capa de barniz impedía la apreciación del rico colorido subyacente. El barniz, aplicado de forma desigual, le otorgaba un aspecto acaramelado, provocando brillos y reflejos que impedían la correcta visión de la escena. Es por ello que se ha realizado la intervención sobre la pintura, con el fin de reestablecer la visualización de los colores tal como el pintor la plasmó en un principio.

Tras determinar que los estratos que componen la obra estaban fijados y sin riesgo de desprendimiento, se ha procedido a la limpieza del cuadro. El proceso de limpieza ha confirmado lo que aparentemente se apreciaba, y es que la capa de barniz había sido aplicada de forma gruesa y desigual. Se podía apreciar incluso gotas en la obra solidificadas, consecuencia de una mala aplicación de la capa de protección en la anterior restauración. El barniz, compuesto por aceites, resinas y cera, ha sido eliminado por completo, llegando hasta la capa pictórica con ayuda de disolventes, o a punta de bisturí en algunas zonas del cuadro.

Con el barniz, todos los retoques que habían sido realizados con anterioridad en la obra Santo Domingo en Soriano fueron retirados, dejando entrever que la pintura presentaba mayor deterioro en sus bordes, así como en el lado izquierdo, coincidiendo con la unión de las telas que conforman el lienzo. Es normal que las partes pictóricas con uniones o costuras presenten mayores alteraciones, puesto que las piezas de tela actúan como varias y no como una. Lo anterior, unido a los cambios de humedad y al movimiento de la tela, provoca el levantamiento y posterior pérdida de los estratos que se encuentran en estas zonas.

Tras la limpieza total de la obra, se procedió al estucado y sellado de grietas y lagunas. Una vez niveladas y enrasadas se comenzó con el retoque pictórico con el fin de rellenar cualquier pérdida que pudiera distraer, así como interrumpir la lectura de la obra. Tras esta primera fase de reintegración con medios acuosos se barnizó la obra con un barniz intermedio para proteger la pintura original del posterior retoque con colores al barniz.

Finalmente, se concluyó la intervención con el barnizado final de la pintura mediante pulverización de barniz de alta resistencia a la luz y al deterioro, con el fin de proteger tanto la obra como la intervención que se ha realizado sobre ella. Los trabajos se han realizado en el mismo Museo del Santo Ángel de Sevilla.