En los últimos meses se han llevado a cabo las intervenciones de conservación y restauración de tres piezas de la Real Parroquia de Santa María Magdalena (Sevilla): la escultura Santo Domingo de Guzmán y las pinturas Nacimiento de Santo Domingo de Guzmán y Bautismo de Santo Domingo de Guzmán. Recordar que la actual parroquia de la Magdalena fue construida en origen como convento dominico dedicado a San Pablo.

Todas se hallan ahora expuestas en la sala-museo recientemente inaugurada en el coro alto de dicho templo. Los criterios que el profesional hispalense ha llevado a cabo en estas intervenciones han sido los basados en los principios deontológicos del conservador-restaurador, así como en las normas y las leyes que rigen al respecto en España y en la Comunidad Autónoma de Andalucía, comúnmente aceptadas a niveles internacionales.

Escultura de Santo Domingo de Guzmán

Se trata de una talla anónima de candelero, con busto de madera de cedro, ojo de cristal y manos de plomo. Esta pieza se encontraba en las dependencias parroquiales presentando un avanzado estado de deterioro.

Las principales fases de la intervención pueden resumirse en los siguientes puntos: tratamiento para eliminar los insectos xilófagos, consolidación del estrato de preparación y la capa pictórica, unión de los elementos fracturados y ensambles, corrección de deformaciones estructurales, consolidación interna del soporte lígneo para devolver la fuerza perdida mayormente por los múltiples ataques de agentes xilófagos, limpieza mecánica y química para eliminar suciedad superficial y numerosos repintes, reposición de piezas perdidas, reintegración de la capa de preparación usando la misma composición que el original, reintegración cromática utilizando acuarelas y pigmentos al barniz, y protección final con el fin de prevenir la interacción de la superficie con el entorno, creando así una barrera que evite posibles daños en los materiales pictóricos.

La realización de la nueva estrella en plata de ley ha corrido a cargo de Ana Cerrejón Lozano.

Nacimiento y Bautismo de Santo Domingo de Guzmán

Se trata de un conjunto de dos pinturas de principios del siglo XVIII, atribuidas a Juan Ruiz Soriano.

En este caso, la intervención en ambas piezas ha consistido, por un lado, en el tratamiento para eliminar los insectos xilófagos en los dos marcos, protección con papel japonés para prevenir perdidas de la capa pictórica, colocación de parches y puentes de hilos en las roturas y desgarros de los lienzos, y limpieza mecánica y química para eliminar suciedad superficial, la oxidación de barniz y los numerosos repintes.

Por otra parte, también se ha llevado a cabo la reposición de piezas perdidas en los marcos, reintegración de la capa de preparación usando la misma composición que en original, reintegración cromática utilizando acuarelas y pigmentos al barniz, y protección final con el fin de prevenir la interacción de la superficie con el entorno, creando así una barrera que evite posibles daños en los materiales pictóricos.