Banderín o estandarte del Grupo Joven para la Hermandad de la Vera-Cruz y Caridad de Brenes (Sevilla). El taller de bordados de Dolores Fernández (Orobordado), situado en dicha localidad sevillana, lo ha realizado a dos caras, comenzando con la ejecución del paño trasero, donde se muestra el escudo de dicha corporación de penitencia bordado en tres técnicas: hojillas, cartulinas y sedas matizadas, primando las distintas tonalidades con el fin de representar de la manera más fidedigna el escudo original. La leyenda que circunda el escudo ha sido realizada en cartulinas, en material moteado de oro. El soporte del banderín es un tisú de plata de primera calidad, realizado a mano en telares valencianos.

Respecto al paño delantero de una pieza diseñada por Rocío Muñoz Linares, se ha dado importancia a los volúmenes y a realzar el motivo central de la Santa Cruz, por lo que se planteó interpretar el estandarte como un retablo itinerante. Para ello, y mediante paredillas de distintas alturas, la Cruz aparece inserta en una hornacina cuyo fondo es un resplandor de plata bordado en cartulina y finas hojillas sobre mallas que buscan dar brillos y destellos, bordados directamente sobre una base de mosqueta doble en oro. La hornacina central queda rematada por la leyenda "Este es el árbol de la Cruz donde estuvo clavada la salvación del mundo", cuyas letras han sido realizadas en cartulina de moteado y hojilla en su perfil.

En un segundo nivel de altura y rematando la insignia, se insertan en dos nuevas hornacinas el sol y la luna sobre fondo de mosqueta de plata fina. Para los roleos, se emplean muestras armadas.

Flanqueando la hornacina central, un segundo conjunto de hornacinas a un distinto nivel de altura, donde aparecen tanto el Sagrado Corazón de Jesús como el Sagrado Corazón de María, ambos interpretados en punto piedra, hojilla y catalanas de moteado. Estos roleos a su vez han sido realizados mediante lengüetas o lágrimas bordadas independientemente, dando la apariencia de un escamado.

El resto del conjunto se interpreta mediante dos grandes jarrones del que parten, en cada pata de la insignia, sendos ramilletes de flores y frutos. Las jarras son bordadas en plata buscando la apariencia de orfebrería, montadas al aire para potenciar sus volúmenes. De ellas parten racimos de uvas matizadas, granadas, espigas y flores. Gran protagonismo cobran estas últimas, tanto en volúmenes como en texturas, bordadas en giraspes de multitud de tonalidades realizados manualmente. La importancia de su interpretación es fundamental para el resultado final, donde rosas, azucenas y lirios parecen brotar en búsqueda de la Santa Cruz.

Todo el perfil de este estandarte para Brenes se remata en su silueta con numerosos roleos donde predominan las muestras armadas, las hojillas -montadas en su totalidad sobre mallas- y piezas al aire. Un proyecto de una complejidad técnica solventada gracias al equipo que conformamos el taller de Orobordado, con casi 40 años de experiencia, donde la calidad y la importancia de los acabados son nuestro sello. Han colaborado en el mismo Ramón León (orfebrería) y Enrique Gonzálvez Carpintería Religiosa (talla de la Santa Cruz).