ESTUDIO DE 4 OBRAS DEL ANTIGUO CONVENTO DEL DULCE NOMBRE DE JESÚS (SEVILLA)

22/11/2022


 

 
 
Dulce Nombre de Jesús
Foto: Salvador Guijo Pérez

 

En un artículo de la revista Bajo Guadalquivir y Mundos Atlánticos, cuyo último número acaba de publicar la Universidad Pablo de Olavide, el historiador sevillano Salvador Guijo Pérez reagrupa y da a conocer el conjunto patrimonial recuperado en el monasterio sevillano de San Leandro, procedente del desamortizado convento del Dulce Nombre de Jesús con el que el anterior cenobio, regentado por madres agustinas, se fusionó.

De manera inédita Salvador Guijo presenta un Niño Jesús montañesino de excelente factura, titular del monasterio desamortizado, así como un excelente Cristo crucificado hispano-filipino de marfil de finales del siglo XVI. Igualmente publica datos inéditos sobre la imagen de Santa Rita de Casia y una pieza de orfebrería menor de un alto valor consuetudinario y devocional del patrimonio cultural y religioso de la ciudad de Sevilla, aportando la documentación inédita que se encuentra en el archivo agustiniano.

Como consecuencia de la desamortización, la extinción del convento del Dulce Nombre de Jesús, fundado en 1540 y también agustino femenino, se produjo el 12 de mayo de 1837. Las religiosas se trasladaron solemnemente al monasterio de San Leandro llevando con ellas lo poco que pudieron salvar.

 

 
 
Santa Rita de Casia
Foto: Daniel Salvador-Almeida

 

La iglesia del extinto convento afortunadamente se conserva con el título de Capilla del Dulce Nombre de Jesús (es la sede de la popular hermandad sevillana de la Vera Cruz), así como un patio denominado Baños de la Reina Mora (en alusión a los orígenes del inmueble), que es propiedad del Ayuntamiento de Sevilla.

De entre esos pocos bienes conocemos la efigie que presidía el retablo del sagrario, titular del convento. Una talla en madera, de gran tamaño, del Niño Jesús bendiciendo, que hoy se encuentra en la sala capitular del monasterio de San Leandro. La imagen, según el testimonio de las religiosas, fue trasladada oculta bajo el hábito de una de las monjas. La obra, que podemos encuadrar en el siglo XVII, representa al Niño Jesús desnudo, erguido, en actitud de bendecir con la mano derecha y portando una cruz con la opuesta. Mide 85 cm de altura. Sus características recuerdan a las de los niños que el maestro vaciador de figuras de relieve, Diego de Oliver, realizara de los modelos de Juan Martínez Montañés y su discípulo Juan de Mesa.

Respecto a la venerada efigie de candelero de Santa Rita de Casia (150 cm) muestra rasgos afines al estilo de Pedro Roldán y sus seguidores. Guijo incide en sus similitudes con las Marías del grupo escultórico de la hermandad sevillana de la Sagrada Mortaja del convento de la Paz, atribuidas con acierto a este taller familiar, y considera que en el siglo XIX fue repolicromada y le introdujeron ojos de cristal. Asimismo, atribuye a Antonia Bazo los bordados en oro de su hábito. Su retablo, muy alterado, se conserva en la antigua iglesia conventual del Dulce Nombre de Jesús presidido actualmente por una talla de San Francisco de Asís (2016) del artista rondeño Juan Alberto Pérez Rojas. En San Leandro recibe culto en un altar propio del lado del evangelio.

 

 
 
Crucificado
Foto: Salvador Guijo Pérez

 

Una tercera pieza puede atribuirse al patrimonio del Dulce Nombre de Jesús: el Crucificado magistralmente trabajado en marfil, perteneciente a la escuela hispano-filipina de la segunda mitad del siglo XVI. Mide 45 cm de altura. Preside hoy la sacristía interior del monasterio de San Leandro dispuesto bajo dosel.

Por último, el báculo abacial en plata de ley (150 cm) que correspondía a la prelada del Dulce Nombre de Jesús. Esta pieza la porta actualmente la Virgen de la Granada, en el coro bajo del monasterio de San Leandro, como abadesa perpetua del cenobio, siendo su talla obra de Jerónimo Hernández.

Salvador Guijo no descarta la existencia de otros bienes en el monasterio de las Leandras procedentes del Dulce Nombre. Los bienes suntuarios y muebles del convento desamortizado fueron expoliados entre los que participaron en la exclaustración encontrándose en colecciones privadas principalmente. La iglesia, junto con los retablos e imágenes que quedaron en la misma, pasaron por diferentes propietarios, hasta finalmente, como hemos apuntado, ser adquiridos por la Hermandad de la Vera Cruz de Sevilla que hoy los conserva.

 

 
 
Virgen de la Granada con el báculo abacial
Foto: Daniel Salvador-Almeida

 

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