ALFONSO X EN LA CATEDRAL DE SEVILLA: REY, MECENAS Y SABIO

01/06/2022


 

 
 
Foto: Catedral de Sevilla

 

España celebra con diversas iniciativas el VIII centenario del nacimiento -un 23 de noviembre de 1221- del rey Alfonso X el Sabio. El Cabildo Catedral de Sevilla también quiere recordarle con un homenaje particular, dentro de la actividad que desarrolla a través de exposiciones temporales de su patrimonio en el trascoro de la Catedral, retomada a comienzos de este año después de un tiempo de obligada interrupción.

Esta conmemoración se ha plasmado en una exposición pequeña en cuanto a volumen, pero muy especial por varios motivos. Una de sus señas de identidad es el singular valor de las piezas elegidas, tanto que muchas de ellas han estado presentes en cuantas exposiciones relacionadas con este rey o su época se han organizado en los últimos años, pero nunca hasta ahora se habían reunido en una única muestra. Por otro lado, no pretende ahondar, como otros proyectos expositivos, en un aspecto concreto de la vida u obra de Alfonso X, sino mostrar su relación con la Catedral hispalense -y por tanto con la ciudad de Sevilla- a lo largo de todo su reinado, a través de lo que se conserva en el templo catedralicio de y sobre este rey. Es decir, solo expone obras del patrimonio capitular, criterio ya aplicado en otros centenarios de figuras relevantes de la historia nacional y local, como Cristóbal Colón (2006), Bartolomé Esteban Murillo (2017) o José Gestoso (2017).

Abierta a un público muy diverso, se ha procurado aunar en su contenido y formato la divulgación con la erudición. Distribuida en tres vitrinas, se inicia con una dedicada al propio templo y a su patrimonio religioso, acogiendo dos valiosas obras de arte, donadas ambas por el rey Sabio: la "Virgen de las Batallas" y el relicario conocido como "Tablas Alfonsíes". En esta misma vitrina se mencionan tres puntos de la Catedral hispalense en los que el visitante podrá ver la huella -y la presencia- de este rey.

A su derecha, un segundo expositor está reservado a una selección de relevantes documentos del Archivo Capitular, exclusivamente relacionados con la Catedral y el legado del monarca: un privilegio en el que continúa la obra de su padre, Fernando III, en la donación de bienes a la Catedral; dos sellos de plomo que validaban los documentos reales; la dotación que hizo para la fiesta de San Clemente; una copia del testamento del rey y un inventario de la Fábrica de la Catedral que describe, entre otros, libros que pertenecieron a Alfonso X.

Por último, el tercer espacio se ha destinado a una escogida muestra de libros procedentes de la Biblioteca Capitular Colombina, entre los que sobresalen los que fueron propiedad del mismo Alfonso X, como una magnífica Biblia iluminada y un Epistolario, así como un Sacramentario de la época. Junto a ellos, valiosos incunables de dos de sus obras de contenido muy dispar: "Las Siete Partidas" y las "Tabulae Astronomicae". Y para terminar, una necesaria mención a las "Crónicas" y, en concreto, a una famosa anécdota sobre la mezquita y la torre que hoy conocemos como Giralda.

Esta exposición, titulada Alfonso X en la Catedral de Sevilla: Rey, Mecenas y Sabio, se ha hecho coincidir con la que anualmente tiene lugar en los archivos históricos catedralicios, ubicados en el vecino Palacio Arzobispal, siempre en torno al 9 de junio, Día Internacional de los Archivos. Este año -lógicamente- se dedica al patrimonio documental alfonsí y la presentación de los documentos, también en tres vitrinas, ha buscado reflejar esos tres rasgos de Alfonso X contenidos en el título: rey, mecenas y sabio.

Como conclusión de este homenaje, Teodoro León, deán del Cabildo, destaca que nos quedemos con lo que nos revelan estas 37 fichas catalográficas y descriptivas: el profundo papel -cuya huella aún hoy podemos seguir- que el rey Alfonso X jugó, a través de la Catedral hispalense, en todos los aspectos que conformaron la Sevilla medieval: su historia urbanística, territorial, jurídica, cultural, artística y, por supuesto, religiosa.

La "Virgen de las Batallas" o "Virgen del Arzón" (primera mitad del siglo XIII, 47 x 16,5 x 19 cm), es una bellísima imagen de marfil que debe su nombre a que se encontraba sujeta al arzón de la silla del caballo del rey Fernando III (San Fernando), acompañándole durante las batallas a las que se enfrentaba. Por ello, se le otorgó la categoría de "socia belli", compañera de batallas. También la situaba presidiendo su oratorio real y una vez establecida su residencia en el Alcázar, la ubicó en un sitio privilegiado permaneciendo junto a él hasta una vez fallecido, mandándola colocar sobre su pecho. Según la tradición, esta pieza fue un regalo de San Luis, rey de Francia, a su primo Fernando III el Santo, que llevó consigo en todo momento. Y esta devoción por la Virgen, especialmente a esta imagen de las Batallas, fue heredada por Alfonso X el Sabio, que la donó a la catedral de Sevilla. Iconográficamente, continúa un modelo de origen francés correspondiente al siglo XIII, donde María aparece sedente con el Niño en su lado izquierdo. Cabe destacar de su vestimenta, que, de sus largos ropajes, aparecen los zapatos característicos de la época. Esta imagen ha sufrido diversas restauraciones, siendo la más destacada la reposición del brazo y la mano derecha de la Virgen y parte del brazo del Niño, lo que probablemente produjera un cambio en la disposición de ambas.

Respecto a las "Tablas Alfonsíes", en las postrimerías de su vida (Sevilla, 22 de enero de 1248), Alfonso X, heredero de la devoción y la fe de su padre, deja constancia en su testamento (codicilo): "Otro sy mandamos que si el nro cuerpo fuere enterrado en Seuilla que sea ay dada la nra tabla que fezimos fazer con las reliquias a honrra de Sancta María e que las trayan en procesión en las grandes fiestas de Santa María e las pongan sobre el altar". De incalculable valor histórico es el "Tríptico-Relicario de las Tablas Alfonsíes", elaboradas en honor de Santa María. Se trata de la pieza de plata más antigua que conserva la Catedral de Sevilla y se halla habitualmente, al igual que la "Virgen de las Batallas" en la Sacristía Mayor. Está realizado en madera de alerce y recubierto con chapas de plata sobredorada. Tiene incrustaciones de esmeraldas, amatistas y esmaltes repartidos en toda la extensión de su cara interna, solo visibles cuando el relicario está desplegado. En el centro y en las hojas laterales aparecen hermosos camafeos, distinguiéndose la representación fulgurante en ágata de la Virgen con el Niño. En los casetones del anverso se guardan 320 reliquias de santos recubiertas por cristal de roca. En el reverso se disponen medallones heráldicos de Castilla y León y relieves de la Anunciación y la Epifanía. Estas tablas constituyen una extraordinaria pieza de orfebrería vinculada a la monarquía española, en este caso, con Fernando III y su hijo Alfonso X el Sabio, que, junto con otros nobles, obispos y cabildos, fueron auténticos promotores de las catedrales góticas.

Alfonso X en la Catedral de Sevilla: Rey, Mecenas y Sabio, organizada por el Cabildo Catedral de Sevilla y comisariada por Nuria Casquete de Prado Sagrera, puede visitarse del 1 al 30 de junio dentro del siguiente horario: lunes a sábados, de 08:00 a 10:30 horas (acceso libre) y de 11:00 a 18:30 horas (visita cultural); domingos, de 08:00 a 14:30 horas (acceso libre) y de 14:30 a 18:30 horas (visita cultural).

 

 
 
Foto: Ramón Muñoz

 

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