NUEVAS ATRIBUCIONES A FELIPE DE RIBAS EN UMBRETE (SEVILLA)

Juan Carlos Martínez Amores (04/05/2022)


 

 

 

De entre el patrimonio artístico y monumental de Umbrete (Sevilla) destaca su iglesia parroquial -conocida en la comarca como la catedral del Aljarafe- y las distintas obras de arte que la misma atesora en su interior. Artistas de la talla de Pedro Duque Cornejo, Diego Antonio Díaz, Felipe Fernández del Castillo, Domingo Martínez o Juan de Astorga, entre otros, trabajaron para su fábrica a lo largo de la historia gracias al mecenazgo que ejercieron sobre la población los arzobispos hispalenses, señores de "iure y facto" de la villa desde la época medieval hasta las desamortizaciones liberales del siglo XIX.

Entre las esculturas que alojan los muros de este templo se encuentra la titular de la parroquia, la Virgen de Consolación, que, como es lógico y preceptivo, preside el mismo desde el retablo mayor. Pese a que a priori quede cuasi difuminada entre la grandiosidad de la máquina lignaria que la acoge y su presencia pueda pasar algo desapercibida, tras reparar en ella rápidamente se evidencia la belleza y la calidad artística de la imagen. El hecho de formar parte de una de las piezas capitales de la retablística sevillana del siglo XVIII ha contribuido para que la historiografía no le dedique la atención merecida, ocupándose de la escultura solamente como una parte más del altar y no como obra independiente, pese a quedar patente que presenta una cronología y estilo distintos. No va a ser hasta fechas relativamente recientes cuando la Virgen de Consolación constituya por vez primera objeto directo de estudio, estando ello a cargo del historiador del arte José Luis Romero Torres.

No deja de sorprender que una imagen de tan alta valía artística -estamos sin duda ante una de las de más calidad de la parroquia umbreteña- no haya despertado el interés merecido ante los investigadores. A las causas ya apuntadas de su ubicación a una altura considerable, que la hace prácticamente inaccesible -la efigie solo ha sido bajada en contadas ocasiones-, y al hecho de quedar eclipsada por la mayor fortuna historiográfica del retablo mayor, hay que unir la no menos determinante escasez documental con que a día de hoy nos encontramos sobre la materia, al menos de forma directa.

 

 

El historiador Juan Carlos Martínez Amores acaba de lanzar una hipótesis sobre la posible autoría de la imagen de la Virgen de Consolación que sirve para abrir nuevas líneas de investigación y que a su vez contribuye a difundir los valores de la misma. El punto de partida de todo este proceso surge a raíz del conocimiento por nuestra parte de la imagen de la Virgen del Rosario del convento cordobés de Santo Domingo de Escalaceli, cuya iglesia igualmente preside desde el altar mayor. Desde un primer momento reparamos en el innegable y enorme parecido con la talla umbreteña, y tras un sosegado análisis comparativo llegamos a la conclusión de que muy probablemente ambas salieron del mismo autor u obrador como parecen delatarlo la multitud de detalles y caracteres que comparten: la propia composición de las esculturas, mismos tipos físicos, postura del Niño, disposición de los ropajes y pliegues que los conforman, tratamiento del pelo, policromía...

A partir de aquí Martínez Amores fue relacionando ambas imágenes con otras obras que presentaban a su parecer evidentes vínculos estéticos y estilísticos con ellas. Después del referido análisis propone como autor de la imagen de la Virgen de Consolación al escultor e imaginero cordobés Felipe de Ribas (1609-1648). Dicho artista, cuya desgraciadamente corta vida hace que su obra solamente se ciña al segundo cuarto del siglo XVII, recibió la influencia y la maestría de las tres principales figuras de la escultura sevillana de la primera mitad del Seiscientos: Juan Martínez Montañés, Juan de Mesa y Alonso Cano.

Entre las obras documentadas de Felipe de Ribas o de segura atribución que guardan una relación más estrecha con la talla umbreteña se encuentran las efigies de San Pablo del templo sevillano de San Ildefonso (1636) y del retablo mayor del monasterio sevillano de San Clemente (1639), las figuras marianas de los relieves de la Anunciación y los Desposorios del retablo mayor del convento sevillano de la Concepción de San Juan de la Palma (1638), otro San Pablo que se conserva en el retablo mayor de la parroquia del municipio sevillano de La Campana (1642), el San Antonio de Padua del retablo mayor del convento sevillano de San Antonio (1642) y el popular Nazareno de la Divina Misericordia de la parroquia sevillana de San Vicente (1641), titular de la Hermandad de las Siete Palabras, cuyo parecido con la Virgen de Consolación, pese a tratarse de una figura de Cristo y a la profunda remodelación a que fue sometido en 1976 por Luis Ortega Brú, resulta muy evidente.

 

 

 

Otra característica que refuerza y argumenta la propuesta de Martínez Amores es que la imagen umbreteña está realizada en madera de cedro, la utilizada habitualmente por Felipe de Ribas. Por extensión y debido a la innegable relación que guarda con ella, el historiador también atribuye la imagen de la Virgen del Rosario del convento cordobés de Escalaceli a dicho artífice.

Si bien no es propósito de Martínez Amores establecer una fecha de ejecución de la imagen umbreteña, habría que situarla provisionalmente en un amplio arco cronológico que abarcaría el período de Ribas comprendido entre 1630 y 1645, esto es, el segundo cuarto del siglo XVII.

Por otro lado, se conserva en la parroquia de Umbrete -concretamente en el altar de San José, imagen a la que sirve de escabel actualmente- una peana que no encaja estilísticamente en el retablo dieciochesco que la aloja, formada por un cuerpo liso y rectangular que se remata por una moldura dentada y gallonada, elemento utilizado de forma muy habitual por Ribas en sus retablos hasta el punto de convertirse en algo característico y personal. La cabeza alada que figura en su frente, de una calidad indiscutible -pese a su pequeño tamaño y a su deficiente estado de conservación- remite igualmente, según Martínez Amores, a la plástica de Ribas, recordando a otras obras suyas de esta tipología como los del retablo del Bautista del convento sevillano de Santa Paula, tanto en sus rasgos fisionómicos como en el tratamiento del cabello. El historiador cree por tanto que se trata de la primitiva peana de la Virgen de Consolación, labrada igualmente por Felipe de Ribas.

 

 

FUENTES

MARTÍNEZ AMORES, Juan Carlos. "La imagen de Nuestra Señora de Consolación de la parroquia de Umbrete (Sevilla)", en Actas del Congreso Internacional Mariano "Consolatrix Afflictorum". Historia, espiritualidad, devoción y arte, volumen II, Ediciones de la Real, Antigua e Ilustre Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, María Santísima de la Soledad y Nuestra Señora de Consolación, Patrona de Carrión de los Céspedes (Sevilla), 2022, pp. 231-250.

 

 

Fotografías de Gares

 

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