La última restauración de Carrasco Murillo, realizada a la imagen mariana de Madre de Dios del Pópulo, ha sido posible gracias al esfuerzo de la feligresía del templo parroquial sevillano de Santa María la Blanca. Se trata de una dolorosa atribuida al escultor e imaginero Pedro Nieto Montañés, discípulo de Francisco de Ocampo, activo en Sevilla entre 1610 y 1643. De ser cierto, Nieto la habría tallado en torno a 1620.

La Virgen forma un conjunto de Calvario o Stabat Mater junto al Cristo del Mandato y San Juan Evangelista en la capilla del Sagrario de Santa María la Blanca. Todos ellos fueron titulares de la extinguida Cofradía del Sagrado Lavatorio de Nuestro Señor Jesucristo, Santo Cristo del Mandato y Madre de Dios del Pópulo, fundada en la iglesia de San Esteban hacia 1599 en honor a la Virgen del Pópulo; poco tiempo después, se traslada a Santa María la Blanca, donde adquiere la imagen del crucificado y realiza el misterio del Lavatorio de los Pies. La hermandad, hoy inactiva, algunos intentos de revitalización en las décadas de 1970 y 1990.

Su última estación de penitencia a la Catedral de Sevilla la realiza en la tarde del Jueves Santo de 1662. A partir de ese año, sufre una gran decadencia y por ello, a iniciativa del canónigo Justino de Neve, se fusiona con la Sacramental de Santa María la Blanca. Aunque el carácter sacramental es el más fuerte de la fusión y, por ello, se ha dejado un tanto de lado el aspecto penitencial de la Hermandad del Lavatorio, en las reglas se especifica que la corporación resultante de la fusión entre ambas nunca perderá su derecho a realizar estación de penitencia al templo metropolitano. Asimismo, conviene advertir que la Hermandad Sacramental del Lavatorio de los Pies ha estado funcionando hasta un momento indeterminado del pasado siglo XX, por lo que actualmente podría considerarse que no se encuentra desaparecida, sino inactiva, ya que supuestamente no han pasado los cien años preceptivos para establecer su extinción.

El Cristo del Mandato es obra de Diego García de Santa Ana (1599). Su altura es de 170 cm y se halla labrado en pasta de madera policromada para aligerar el peso durante la procesión, presentando una esquemática anatomía y las típicas imperfecciones de formas que sufre este material a lo largo del tiempo.

Respecto a San Juan Evangelista (140 cm), existía la tradición oral de que esta imagen era el antiguo Señor del Lavatorio, transformado en el santo para no perder la talla original, de ahí la explicación de su mirada alzada por encontrarse conversando con un apóstol mientras lavaba sus pies. Sin embargo, fuentes documentales atestiguan que, en marzo de 1698, la hermandad había pagado 113 reales "por la cabeza, manos y vestiduras de San Juan". Labrado en terracota y telas encoladas y policromadas, tras su reciente restauración por Manuel Alejandro Ballesteros y Alejandro Cascajares ha sido atribuido a Cristóbal Ramos.

La imagen de Madre de Dios del Pópulo es una dolorosa arcaizante, de erguido cuello y marcada frontalidad, reflejando una hierática aflicción. El busto está realizado en papelón montado sobre un cuerpo de madera, material con el que también fueron talladas las manos.

Tras un reconocimiento exhaustivo por parte de Carrasco Murillo, se puso de manifiesto el estado de conservación deficiente en el que se encontraba. El análisis técnico a través de rayos X evidenció la existencia de un gran número de clavos, así como un problema estructural grave en la zona del cuello, ya que el vástago interior de la cabeza había perdido su función estructural. La zona del cuello a su vez estaba muy alterada en su fisonomía original, probablemente derivado de una intervención anterior, y el eje de equilibrio de la cabeza estaba desplazado, deformando y rompiendo el material de soporte.

En cuanto a la policromía, se observaban levantamientos y pérdidas junto a una capa de suciedad generalizada y repintes puntuales en la zona de los párpados.

En el proceso de restauración, en primer lugar fueron sustituidos tanto el cuerpo como el candelero, ya que habían sufrido un ataque de insectos xilófagos, así como los brazos articulados, que habían perdido su correcta funcionalidad. Se ha reforzado la estructura interna con un nuevo vástago de madera como sostén de la cabeza de papelón, que a su vez sea capaz de soportar el peso de la corona que porta la imagen.

La película pictórica que presenta actualmente la Madre de Dios del Pópulo ha sido fijada y limpiada, realizándose una reintegración volumétrica y de color en las partes faltantes.

Por último, la escultura se ha protegido con un barniz final y se le han añadido nuevas pestañas superiores de pelo natural y lágrimas de cristal (lleva cinco, dos colocadas en la mejilla derecha y tres en la izquierda) realizadas artesanalmente por el escultor e imaginero Santiago Delgado Carrera.

Francisco José Carrasco Murillo (Sevilla, 1993) es conservador-restaurador de bienes culturales. Actualmente desarrolla su trabajo profesional enfocado a la restauración de escultura y pintura.