JOSÉ LUIS CASTRILLO. RETRATOS DE CUARESMA

06/04/2019


 

 

Numerosos cuadros componen la exposición Retratos de Cuaresma que el pintor sevillano José Luis Castrillo inauguró ayer en su taller-estudio del barrio de Triana (Alfarería, 98). Podrá visitarse hasta el próximo 22 de abril en horario de 12:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00 horas (lunes a sábados).

Salvo excepciones, todas las obras expuestas, de diverso formato, comparten el común denominador de retratar a venerados titulares de la Semana Santa de Sevilla, destacando las representaciones de la Esperanza Macarena, Gran Poder, Esperanza de Triana y Nazareno del Silencio-, además del Cachorro y la Estrella.

 

 

 

Entre esas excepciones se encuentra la obra pictórica seleccionada por el experto Jesús Andrés Aponte Pareja en la última edición del Premio La Hornacina (imagen superior izquierda), titulada "Mater Dolorosa", en la que Castrillo realiza una interpretación muy libre de la Virgen Dolorosa tallada por el escultor Juan Bautista Jiménez para Tarlac (Filipinas), presentada en La Hornacina el 3 de marzo de 2018.

Otras excepciones en Retratos de Cuaresma a los titulares sevillanos son el cuadro del famoso Nazareno de Jaén, popularmente llamado "El Abuelo", y otro de la Virgen del Desamparo del joven imaginero Jesús Cepeda para Colmenar de Oreja (Madrid), publicada también en La Hornacina el 8 de noviembre del año 2014 tras su presentación la noche anterior en la capilla hispalense de Nuestra Señora del Rosario (Monte-Sión).

 

 

 

Como bien apuntó Aponte Pareja, en la obra actual de Castrillo observamos la gran maestría y experiencia de su autor, destacándose en ella el excelente manejo de la luz y el color junto con la solvencia y desparpajo de su pastosa pincelada, aunando todos estos recursos a una equilibrada y sobria composición.

En el caso de "Mater Dolorosa", y de otras muchas obras en Retratos de Cuaresma, sus pequeñas dimensiones permiten mayor concentración en la percepción de sus estupendas calidades pictóricas, como dibujo, textura y cromatismo. Castrillo muestra caracteres propios del barroco andaluz, reinterpretados en un peculiar estilo de aire impresionista, siendo una de sus contribuciones a la tradición contemporánea de la pintura sevillana.

 

 
 

 

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