Doce estudiantes del Grado en Conservación y Restauración participaron en la rehabilitación del retablo mayor del templo sevillano de San Lorenzo durante el pasado mes de julio. Los alumnos, coordinados por los especialistas Agustín Martín de Soto y Antonio Gamero Osuna, han devuelto el esplendor original a este retablo barroco gracias a un convenio entre el Arzobispado y la Universidad de Sevilla (US).

Se trata de una obra del siglo XVII concertada por Juan Martínez Montañés con el Provisor del Arzobispado de Sevilla. Tras realizar el primer cuerpo, Montañés traspasó la finalización del retablo y las labores de imaginería a los hermanos Felipe y Francisco Dionisio de Ribas. El sagrario es obra de Diego López Bueno.

El retablo presentaba un estado de conservación deficiente debido, fundamentalmente, a la degradación natural de los materiales, la acumulación de polvo, humedades, deyecciones de insectos... El soporte tenía piezas desprendidas y apertura de ensambles ocasionados por los cambios de temperatura y la humedad.

El proyecto, enmarcado en el Plan Diocesano de Conservación Preventiva de la Archidiócesis, ha consistido en una intervención de carácter reversible, tanto en la material como en lo formal: limpieza exhaustiva del retablo, consolidación de todos los elementos que se han encontrado inestables y en peligro de desprendimiento, fijación puntual de los estratos policromados y dorados, abarcando la totalidad de la superficie del retablo, y de los elementos escultóricos, eliminación de capas superficiales y aplicación de una capa final de protección.

La restauración va acompañada con el estreno de una nueva iluminación interna basada en tecnología led, que permitirá un ahorro energético, menor gasto económico y menos emisiones de dióxido de carbono. Se calcula que la reducción del gasto eléctrico en las parroquias oscilaría entre un 40% y un 50 % con el nuevo sistema.