RESTAURACIÓN DE SUCESORES DE ELENA CARO

15/04/2015


 

 

Sucesores de Esperanza Elena Caro ha restaurado el Simpecado de la Hermandad de la Esperanza de Triana, devolviendo así a esta obra gran parte de su esplendor original. El Simpecado fue realizado por el taller regentado por Juan Bautista Gimeno, en 1928 -en la fotografía superior vemos una imagen del cortejo en la procesión de ese mismo año, con un nazareno portando el Simpecado-, dentro de un proceso de renovación del juego de insignias de la popular cofradía que incluyó, también, entre otros, el estandarte, restaurado igualmente por el prestigioso taller sevillano en diciembre del pasado año 2014.

El Simpecado de la Esperanza de Triana fue proyectado por el que fuera asesor artístico de la hermandad, José Recio del Rivero. Hablamos de una pieza textil que posee una calidad artística excepcional, en la que se combinan un original y conseguido diseño de estilo regionalista -directamente inspirado en la famosa cerámica trianera- con una complejidad técnica y riqueza material sobresaliente, manifestada a través de la magistral combinación de una amplia variedad de materiales, puntos y técnicas del bordado en oro.

 

 
 
 
 

 

Por su estado de conservación, era necesaria una urgente restauración. La obra había sido intervenida antes de manera desafortunada, modificado su estado original, especialmente en lo que respecta a los tejidos base, que habían sido sustituidos por otros de ínfima calidad. Por el contrario, los elementos bordados en oro originales se conservaban en su totalidad, aunque presentaban daños como burdas reparaciones puntuales, pérdidas y desgastes de material, así como el oscurecimiento natural que atenuaba el brillo y luminosidad original de los mismos. El elemento que se encontraba en un estado de conservación más delicado era la representación central de la Inmaculada Concepción, realizada en sedas siguiendo la técnica del matizado, que había perdido en casi toda su extensión el material constitutivo, y alterado su tonalidad original el conservado

El proyecto de restauración, abordado con rigor técnico y de forma multidisciplinar por varios especialistas, ha contado con la dirección de Carla Elena Meléndez, una conservadora-restauradora especialista en textiles con amplia experiencia profesional en instituciones de reconocido prestigio. Tras un estudio previo de tipo técnico e histórico-artístico, se planteó la propuesta de actuación, comenzando así un largo y minucioso tratamiento reparador, atendiendo a los criterios de intervención recomendados para casos como el estudiado.

 

 
 

 

Teniendo en cuenta el carácter de obra sacra en uso, frente al empleo exclusivo de criterios conservativos se han aplicado criterios de restauración para restituir la integridad material y estética del Simpecado, caso de las reintegraciones de volúmenes y la eliminación de determinados elementos no originales. Dicha intervención es fácilmente distinguible, utilizando criterios de diferenciación adecuados en las reintegraciones, materiales compatibles con las técnicas originales y reversibles en la medida de lo posible.

De este modo, se ha propuesto un proyecto de intervención restauradora, respetando el original y planteando los tratamientos necesarios para devolver a la obra su correcta lectura e integridad física, evitando de paso deterioros inmediatos y futuros. Los tratamientos han consistido en la sustitución de los tejidos base -que por no ser originales, y dada la calidad de sus materiales, distorsionaban la correcta lectura de la obra- por un nuevo terciopelo de seda y un tisú de plata de elaboración manual y tonalidades marfileñas.

 

 
 
Estado final
 
 
 
 
Detalle tras las labores de limpieza

 

Los bordados han sido sometidos a un exhaustivo proceso de limpieza. Asimismo, se han eliminado las reparaciones anteriores, fijado y consolidado los hilos y reintegrados las pérdidas, siendo finalmente fijados al nuevo tejido base, consiguiendo mantener alrededor de un 95% del original. Por el delicado estado que tenía, y para asegurar su conservación, se ha realizado una réplica de la Inmaculada tomando como referencia tanto el original conservado como su fuente inspiradora: la Inmaculada de Aranjuez pintada por Murillo.

La metodología de trabajo planteada, con los estudios previos y proceso de intervención, ha permitido confirmar datos sobre la historia material de la obra, como las dos intervenciones sufridas anteriormente -una posterior a la década de 1970 y la última en 1986-, en las que se modificó el color verde original del tisú de la cenefa -pueden advertirlo en la imagen inferior-. Por tanto, la intervención llevada a cabo por Sucesores de Elena Caro ha permitido, no solo la recuperación material del Simpecado y asegurar su conservación futura, sino poner en valor esta espléndida pieza y conocer en profundidad aspectos técnicos del taller en que fue realizado.

 

 

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