El taller sevillano de los Hermanos González, especializado en el arte del dorado, ha renovado el oro de todos los elementos ornamentales del canasto de las andas procesionales de Nuestro Padre Jesús Despojado de sus Vestiduras, titular de la hermandad sevillana del mismo nombre.

Previamente, se ha retirado el barniz de la pieza y se han retallado completamente todos sus elementos, tareas que han corrido a cargo del tallista Francisco Verdugo, quien ha trabajado en equipo con los doradores para recuperar el proyecto original del paso diseñado por Antonio Martín Fernández.

El oro empleado es de 23 ¾ kilates, con una tonalidad anaranjada, combinando el taller los brillos con los mates para lograr así un mayor realce de la talla remozada, y ha estofado al temple. Hasta el momento, se han utilizado 220 libros de oro y empleado unas 5.700 horas de trabajo.

El paso es de estilo neobarroco y fue realizado por Francisco Bailac (1973) según un diseño, como hemos apuntado, de Martín Fernández -si bien dicho diseño quedó inconcluso y no ha sido hasta este momento cuando ha conseguido plasmarse en su totalidad-, aunque la terminación total de la talla del paso y otros detalles la realizó el propio Martín Fernández entre 1978 y 1979. Posee cartelas en las esquinas, laterales, frontal y trasera, las cuales estaban doradas por Luis Sánchez Jiménez (1984).

El paso se ilumina con seis candelabros de guardabrisas, obras de Manuel Romero Palomo (1984). Además lleva doce candeleros distribuidos a lo largo de la parihuela, cuatro en cada costero y dos en la delantera y trasera. El dorado de los candelabros fue realizado también por Sánchez Jiménez.

Los Hermanos González vienen ejerciendo su profesión desde muy jóvenes; primero en el taller de su padre, el dorador Juan González, donde empezaron de aprendices y adquirieron los conocimientos y técnicas del arte del dorado; más tarde, afianzaron sus habilidades en grandes talleres de renombre de la ciudad de Sevilla, como el de Antonio Díaz y el de Manuel Calvo.

Con la creación de este obrador no solo dan continuidad a dos generaciones de maestros del dorado, sino también contribuyen a la conservación del patrimonio histórico-artístico andaluz con la restauración de piezas de arte como retablos, pasos, esculturas, enseres religiosos, dorado de cristales etcétera.

El taller de los Hermanos González, situado en la calle Goles de Sevilla, está inmerso en la creación de un proyecto de investigación y desarrollo, con el fin de salvar de nuestros antepasados las mejores artes del dorado e incorporarlas a nuestro tiempo para así aglutinar lo mejor del ayer y de hoy.

Respecto a Francisco Verdugo (Sevilla, 1973), se formó como aprendiz en el taller de Manuel Durán, situado en el nº 48 de la calle Goles, lugar donde seis años después, asentó los cimientos de su actual taller una vez vio el momento oportuno de independizarse de su maestro.

Para Verdugo el arte de la talla es una conjunción entre estética y ritmo, proporcionando ambas cosas unidas el resultado y el efecto que apreciamos en una obra de estas características una vez acabada. Con la talla expresa sus emociones e inquietudes en el desarrollo de un diseño, siendo el propio diseño y el resultado final del trabajo lo que le da fuerzas y motivación para seguir creando su arte.